Sánchez Vara y Curro de la Casa, oreja por coleta en el inicio de Guadalajara

Los diestros Sánchez Vara y Curro de la Casa cortaron una oreja cada uno de la "Corrida Alcarreña"con la que se inauguró la feria de La Antigua de Guadalajara, una tarde muy pobre en lo artístico por culpa del manso y complicado comportamiento de los toros de Samuel Flores.

Toros de Samuel Flores, los cuatro primeros con el hierro de Manuela López Flores, y primero y cuarto "arreglados"para rejones, con cuajo y serias arboladuras pero mansos, rajados, algunos complicados, y muy deslucidos. El sexto, el menos malo.

El rejoneador Alfonso López Bayo, con casaca azul: rejón atravesado sin quebrar y descabello (ovación); y tres pinchazos y rejón (ovación).

Sánchez Vara, de verde esperanza y oro: pinchazo y estocada ligeramente trasera (oreja); y tres pinchazos y estocada habilidosa (ovación).

Curro de la Casa, de azul marino y oro: cuatro pinchazos, media muy tendida y caída, casi entera muy trasera y descabello (silencio); y casi entera trasera y caída (oreja tras aviso).

La plaza registró tres cuartos de entrada en tarde entoldada y fresca.

Una terna de toreros alcarreños abrió hoy la feria de La Antigua de Guadalajara: Sánchez Vara, Curro de la Casa y, a caballo, el rejoneador Alfonso López Bayo.

Una corrida con interés, primero por la rivalidad en el ruedo de ver quién se erigía en el actual torero de la tierra por antonomasia, y segundo por ver a los toros albaceteños de Samuel Flores, que, sin embargo, tuvieron un debut aciago en el coso de Las Cruces con un envío manso sin paliativos, imposibles en algunos casos, incluso, para llegar a ensayar siguiera el toreo.

Bizco y bien armado, el primer "samuel"de Sánchez Vara, al que recibió con una larga de rodillas. No terminó de pasar el toro en el capote, con las manos por delante y frenándose, mas el torero caldeó el ambiente con un vibrante y variado tercio de banderillas.

Pero el toro, que ya lo había marcado de salida, anduvo muy justito para la muleta, sin recorrido, a la defensiva y claudicando a la mínima que se le exigía. Sánchez Vara se mostró con oficio en una labor firme y voluntariosa, que le valió la primera oreja de la función.

De hinojos volvió a saludar Sánchez Vara al cuarto, en el que nuevamente llegó mucho a la gente con "los palos", tercio en el que su "tercero"Raúl Ramírez hizo el salto de la garrocha. La gente, en el bolsillo. Con la puerta grande medio abierta salió el torero a por todas en la muleta, sentándose en el estribo para iniciar faena.

Pero su gozo en un pozo. No quiso pelea este de Samuel Flores, embistiendo a empellones en las dos primeras tandas y rajándose ya en la tercera, negándose en redondo, huyendo de cualquier afrenta, imposible a todas luces. El gesto de rabia del torero yéndose a por la espada hablaba por sí solo.

Mucha leña por delante lució el primero de Curro de la Casa, que aparentó galopar más tras dos buenos pares de Miguel Martín, pero lo que se encontró el torero fue un animal descompuesto y sin ritmo en sus embestidas, con la cara suelta y, a veces, viniéndose por dentro.

Difícil papeleta para el joven alcarreño, que no pudo sacar nada de tan deslucido antagonista, y con el que pasó un quinario con la espada.

El sexto, al que lidió con excelencia Miguel Martín, fue el menos malo, y con él se vio a un Curro de la Casa muy decidido para pegarle los mejores muletazos de la tarde en una faena que aunó temple y mucha serenidad por parte de un torero que hoy hacía su primer paseíllo del año y el segundo desde que tomara la alternativa el año pasado, de ahí el mérito añadido. Cortó una oreja.

El rejoneador López Bayo se las vio con un primero distraído y aquerenciado, con el que tuvo que echar muy encima sus monturas para clavar en una labor de más voluntad que acierto. El cuarto tuvo más movilidad y aquí sí gustó el jinete de Chiloeches en una labor en la que destacó en los cites de plaza a plaza y en los emocionantes quiebros sobre "Misisipi". Pero lo estropeó todo con el rejón final. EFE