Dos feas volteretas y un trofeo para Silveti en La México

El mexicano Diego Silveti, que fue cogido aparatosamente dos veces, cortó la oreja del tercero único trofeo concedido anoche en la sexta corrida de la temporada grande 2015-2016 en la Monumental Plaza México, según informa Efe. Arturo Saldívar y Alejandro Talavante, muy por encima de sus enemigos, se fueron de vacío. Con una entrada de un tercio del aforo, unos 14 mil aficionados, se lidió una corrida con cuajo de Jaral Peñas, muy bien presentados y desiguales, destacando el toro corrido en tercer lugar que mereció el premio del arrastre lento.

Talavante, con el primero que fue recibido con entusiasmo, fue soso, saliendo suelto aunque sin peligro. Talavante muy sereno realizó una faena adecuada, estructuró pases que la res no merecía y lo mató de pinchazo y estocada para ovación. La historia se repitió en el cuarto, otro ejemplar sin mucha movilidad al que el torero se mostró puesto pero sin impactar en el tendido. Pinchazo, estocada y cinco descabellos, un aviso para silencio con algunos pitos.

Saldívar, estuvo muy dispuesto, con deseos y con valor. Se le vio firme y al segundo le hizo más de lo que merecía tanto con el capote como la muleta. Lo mató de estocada, para haber petición sin ser concedido el trofeo. El juez fue abucheado. Y en el mismo plan ante un toro poco colaborador que fue el quinto. Sacó muletazos de mucho mérito. Pinchazo y estocada para escuchar merecida ovación.

Silveti, se alzó como el triunfador, le tocó el mejor astado que toreó con lucimiento con el capote y elaboró un trasteo con seguridad y serenidad y series bien conjuntadas, fue cogido dos veces de fea manera y la verdad que la res se la perdonó. Valiente siempre fue al toro con actitud y aptitud. Pinchazo y una magnífica estocada para conseguir la oreja merecidamente. El sexto le faltó fondo, como a la mayoría, y Diego siempre estuvo en la línea de fuego, para terminar de pinchazo y estocada. Palmas finales.

El balance de la tarde fue: toros de Jaral Peñas para Alejandro Talavante, palmas y silencio tras aviso; Arturo Saldívar, ovación y silencio; y Diego Silveti, oreja y palmas. Alrededor de 14 mil personas.