Toros

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Y todo a media luz

Castella y Manzanares salen a hombros con una buena corrida de Núñez del Cuvillo

José María Manzanares y Sebastián Castella, a hombros de la plaza de toros de Castellón
José María Manzanares y Sebastián Castella, a hombros de la plaza de toros de Castellónlarazon

Castellón, 24 de marzo. Tercera de feria. Toros de Núñez del Cuvillo, cómodos, desiguales y justos de fuerza pero de buen juego en general, destacando segundo y quinto. Lleno.

Morante de la Puebla (de negro y oro), entera y descabello, silencio; media y dos descabellos, división de opiniones con aviso.

Sebastián Castella (de grana y oro), media y estocada, oreja; entera, oreja.

Manzanares (de nazareno y oro), entera, oreja; entera, oreja.

De las cuadrillas destacaron José Borrero y José Antonio Carretero.

Los negros nubarrones que amenazaron el tercer festejo magdalenero no acabaron por estropear una función que discurrió casi en penumbra, y en la que pese a que se lidió un encierro del Núñez del Cuvillo con muchas y grandes posibilidades y al que se le cortaron orejas, el balance artístico tuvo bastante más contraluz y puede que más sombras que brillos.

Salió a hombros Castella, que se lució al veroniquear al feo y anovillado segundo, que se fue a que le picasen al piquero que hacía puerta. Pese al volteretón que sufrió nada más comenzar el último tercio, el torillo embistió con ganas, humillado y repetidor, metiendo la cara. El torero francés toreó con temple ligazón y sin enmendarse en la primera parte de su quehacer, luciendo en un par de series en redondo. Tardó mucho en pasar la muleta a la izquierda y por este lado ya no hubo tanta fluidez, optando finalmente por, una vez más, el toreo de cercanías que le valió una oreja al matar con habilidad. Y otra oreja se llevó del quinto, que se arrancó de lejos al caballo, empujando y apretando, luciéndose en el quite Castella, que optó por los estatuarios en el inicio de su segunda faena. Fue éste otro toro que embistió con ganas, si bien soltó más la cara y buscó puntear la tela. El de Beziers adelantó al principio el engaño, dándole sitio para ir acortando distancias progresivamente, dejando mucho tiempo muerto entre serie y serie en un trasteo ecléctico y de estructura errática.

También abrió la puerta grande Manzanares, que tuvo un primer oponente muy cambiante. Distraído y desentendido de salida, incierto en banderillas -tercio en el que se le dio muy mala lidia- y con emoción en la muleta, con agresividad y disposición, siempre exigiendo mucho a un torero que no acabó de someterle y desistiendo del toreo al natural al llevarse un susto al primer intento. A raíz de ahí también el astado desistió de la pelea y se rajó, llevándose Manzanares una generosa oreja al matar con eficacia. Se estiró a la verónica al recibir al sexto, toro pronto y alegre al que saco enseguida a los medios sin terminar de acoplarse ni estar a gusto. Su oponente se arrancó siempre de lejos y sin dudas y el alicantino primó la puesta en escena antes que meterse con el de Núñez del Cuvillo, con el que no llegó a estar cómodo ni centrado en ningún momento, perdiendo siempre muchos pasos en otro quehacer sin unidad y a menos pero que le valió otra oreja al acertar a matar tras citar a recibir. Y, mientras, Morante en el callejón, fumándose un puro.

El de La Puebla se las había visto con un jabonero que abrió plaza y que echó las manos por delante nada más hacerse presente en el ruedo, saliendo trastabillado de su paso por el caballo. Le costó también mucho seguir la muleta que llevó Morante con mucha suavidad, procurando darle oxígeno y aire pero sin poder lucir, ya que el animal no pudo desarrollar su nobleza y buen fondo debido a su escasísima fuerza. No acabo de matizar su labor con el cuarto, con el que sólo pudo lucir con el capote en una media de recibo, intentando gustar con los delantales con que quitó. El astado tuvo muy poco gas y no colaboró. Tiró entonces de estética y plasticidad, dejando un puñado de naturales muy bien dibujados y con gusto pero inconexos en un trasteo que no tuvo ni unidad ni contenido.