Empleo

Tres millones de empleos: sí se puede

Los expertos creen que se puede lograr si se mantienen el crecimiento y la estabilidad política

Tres millones de empleos: sí se puede
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Cuando los políticos se lanzan a realizar promesas económicas, los economistas se suelen aprestar generalmente a desmontarlas por su falta de rigor. Esta semana, durante el Debate sobre el Estado de la Nación, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró que España está en condiciones de crear tres millones de empleos en el periodo 2014-2019, a razón de 500.000 nuevos puestos de trabajo en la próxima Legislatura que sumar al millón de este ejercicio y el anterior. La pregunta para los expertos es si realmente está el país preparado para cumplir este objetivo. Y la respuesta unánime de los consultados por LA RAZÓN es que sí. «No es algo utópico, es algo que se puede conseguir», afirma Sandalio Gómez, profesor del IESE Business School y experto en relaciones laborales. «Es una previsión factible y acertada», le secunda Carlos Martínez, director general del IMF Business School. «Salvo una hecatombe económica, es realista», concluye Íñigo Sagardoy, profesor titular de Derecho del Trabajo de la Universidad Francisco de Vitoria y experto en el mercado laboral español.

Avance económico

Para los expertos consultados, el notable y sostenido avance que ha registrado la economía española en los últimos trimestres ha sido crucial para la recuperación del mercado laboral. Y si, como parece, se mantiene este vigor, la creación de empleo está asegurada. «Si se dan las condiciones actuales de crecimiento en el entorno del 2,5%-3%, de estabilidad política y de correcto funcionamiento del marco laboral, se puede llegar a esa creación de empleo», explica Sandalio Gómez. El avance económico ha resucitado en los últimos meses el alicaído durante años consumo interno, permitiendo que se haya creado empleo en el último año y medio, añade Carlos Martínez. «Si en 2014, con un avance del PIB del 1,4%, se crearon casi medio millón de puestos de trabajo, en 2015, cuando la previsión de crecimiento es del doble, lo previsible es que la cantidad sea mucho mayor», afirma Sagardoy.

Que se vaya a generar empleo no significa, en cualquier caso, que en primera instancia vaya a ser indefinido y bien remunerado. Eso, asegura Sandalio Gómez, vendrá después. Lo primero es recuperar el empleo, advierte. «En todas las crisis sucede lo mismo. El empleo que se crea inicialmente no es el deseado», explica Sagardoy. «Primero se suele generar empleo temporal porque los empresarios tienen miedo a que la recuperación no se afiance. Pero cuando la situación se consolida y se gana en confianza, aumenta el empleo indefinido», concluye. En los últimos tres o cuatro años, los últimos de la crisis y los primeros de la recuperación, los puestos de trabajo que se han creado han sido en su mayoría temporales. Pero las últimas estadísticas ya reflejan una mejora de la contratación indefinida, que sigue representando el 75% de los contratos del mercado laboral español, destaca Carlos Martínez. El director de IMF Business School cree que la medida aprobada por el Gobierno de exonerar a las empresas de pagar cotizaciones durante dos años por los primeros 500 euros del salario de un trabajador al que contraten de forma indefinida servirá para apuntalar esta tendencia. «Propuestas como la de Ciudadanos de crear un contrato único para romper la dualidad del mercado laboral español también podrían ayudar», añade. Sandalio Gómez, sin embargo, no cree que sea el momento más propicio para ello. «Sólo abaratando más las indemnizaciones por despido se podría cambiar la situación, pero no creo que se vaya a conseguir ahora», concluye el profesor del IESE.

Tampoco hay consenso sobre si una rebaja general de las cotizaciones sociales es factible para impulsar más el empleo. «El 32% actual es una barbaridad. En Europa, las cotizaciones rondan el 26-27% de los salarios, por lo que hay margen de bajada. Si bajan las cuotas, aumentaría la contratación y por esa vía se podrían compensar los ingresos», defiende Carlos Martínez. «El problema es que por cada punto que se rebajase, el Estado dejaría de ingresar 4.000 millones de euros, y habría que ver si nos lo podemos permitir», dice Sagardoy.

En lo que todos están de acuerdo es en que las empresas, en la medida de sus posibilidades, deben subir los salarios para apuntalar el consumo ahora que la recuperación se está asentando. Vincular salario a PIB, como han acordado los agentes sociales, creen que es un acierto.