Estreno

«Apaches»: Cuando el barrio es el enemigo

Antena 3 estrena el lunes en horario «prime time» este «thriller» urbano basado en una novela de Miguel Sáez Carral

Una de las escenas de la serie, que se ha rodado en exteriores de la barriada de Tetuán y Villaverde
Una de las escenas de la serie, que se ha rodado en exteriores de la barriada de Tetuán y Villaverdelarazon

Antena 3 estrena el lunes en horario «prime time» este «thriller» urbano basado en una novela de Miguel Sáez Carral.

En los años 90, incluso ahora, había «territorios apache» en numerosos barrios de España. Sitios que se regían por las leyes de los patriarcas y en los que los coches de policía pasaban de largo a pesar de que sabían que eran un vivero de narcotraficantes a pequeña escala, drogadictos, ladrones, proxenetas, mujeres que mercadeaban con su sexo y pobreza. Los que se criaban allí tenían dos opciones: permanecer hasta hacerse un hueco en la élite de la marginalidad, hasta en ella hay clases, o escapar sin mirar atrás, aunque luego la vida le devuelva a los orígenes para ejecutar una venganza después de que su padre haya sido traicionado. El escritor Miguel Sáez Carral lo sabe muy bien, porque lo vivió en el madrileño barrio de Tetuán. Allí germinó su libro semi autobiográfico que se ha convertido en la serie «Apaches», una producción de Series Atresmedia, en colaboración con Secuoya Contenidos, que Antena 3 estrena este lunes en «horario prime».

Renegar de los orígenes

Alberto Ammann («Narcos») interpreta a Miguel, el hijo pródigo que, como dice el actor, «se salva porque estudia periodismo y pasa de ser un chico de clase baja a codearse con gente importante. Lo que no sabe es que el pasado del que reniega vuelve a su presente». El argentino es muy crítico con el personaje que encarna porque «al principio le cuesta reinvidicar sus raíces. Además, se miente mucho. Le echa la culpa de todo lo malo que le pasa en la vida a una especie de estigma por criarse en ese barrio. Menos mal que a lo largo de los capítulos veremos cómo se responsabiliza de sus errores».

Miguel pisa de nuevo las calles que ha deseado borrar de su memoria para ayudar a su progenitor, «El Chataterro» (Paco Tous), el que hace y deshace en su pequeño reino de taifas, al que le han dado una puñalada por la espalda. Su hijo está dispuesto a delinquir. Todo vale para salvar el honor de la familia. «Este patriarca tiene dos debilidades: es un hombre que se ha hecho a sí mismo y que tiene mucho poder, lo que se le vuelve en contra porque se creía intocable, y le pierde el amor», comenta Tous. Ammann valora esa relación paterno filial como tóxica porque «aunque se quieren mucho y tienen grabado a fuego que hay que hacer cualquier cosa por los suyos, ese amor es tan ciego que termina siendo contraproducente».

«Apaches» es una serie que se aleja de las convenciones de la producciones españoles que, aunque, cada vez tienen más riqueza temática, no terminan de soltar el lastre de volver a determinados estereotipos. «El espectador está habituado a comedias y series familiares y ésta es todo lo contrario. Es áspera, dura, violenta... Se habla de la droga, la marginalidad y el sexo de manera realista y directa, sin ninguna concesión a la banalidad», comenta Ammann. Esta opinión la comparte Tous, que apunta que «ya no solo se filman series agradables, cada vez se arriesga más. Únicamente nos hace falta un poco más de dinero, porque talento hay de sobra». Se puede decir que la ficción es heredera de algunos títulos de los años de finales de la década de los 70 y los 80 que se convirtieron en un fenómeno cinematográfico al mostrar el envés de la sociedad española como «Perros callejeros» (1977), «Deprisa, deprisa» (1980), «Navajeros» (1980) y «Colegas» (1982), entre otras.

Sin embargo, que la audiencia no piense que es un guiño a la nostalgia. Tous, que dice sin ningún reparo que él se educó en una barriada como la de la serie, afirma que «muchos espectadores sabrán de lo que trata la serie porque lo están viendo todos los días en su entorno».