Medios de Comunicación

Racismo y homofobia en la casa de ‘GH: Revolution’

El colaborador de Telecinco, Torito, denuncia públicamente los comentarios homófobos de Miguel. Una broma racista provocó la pelea entre Javi y Carlos

Racismo y homofobia en la casa de ‘GH: Revolution’
Racismo y homofobia en la casa de ‘GH: Revolution’larazon

La casa de ‘Gran Hermano’ está viviendo sus momentos más tensos de la edición ‘Revolution’ después de que el domingo, durante el debate, Torito denunciara la actuación de Miguel, un concursante que profirió con convicción comentarios homófobos que afectaban muy directamente al caso del colaborador de Telecinco.

El concursante intervino en una conversación de sus compañeros diciendo que es “antinatural y antiestético” que dos hombres o dos mujeres tengan un hijo ya de toda la vida tiene que ser “padre y madre”. Sus compañeros, con un mayor civismo y tolerancia, rebatieron a Miguel diciéndole que esa era “una mentalidad muy antigua”.

Pero a quien menos gracia le hizo fue a Torito. El colaborador, abiertamente homosexual, cumplió el sueño de tener un hijo junto a su pareja optando por la gestación subrogada y no se quedó callado ante tales comentarios y mostró toda la indignación que llevaba dentro.

“Supongo que saldrás muy pronto de la casa porque intentaré ahorrar todo lo que tenga para echarte”, confesó Torito durante el debate. Y añadió: “Mi situación puede ser antiestética pero te aseguro que mi hijo nunca será huérfano de cariño”.

Por supuesto, no faltaron las críticas en redes sociales donde decenas de usuarios mostraron su enfado ante los comentarios homófobos, y pidieron la expulsión inmediata de Miguel.

Otro frente abierto

Y una guerra paralela fue la que se vivió entre Javier y Carlos por la supuesta broma que gastó este último al guineano y que no le sentó nada bien por la connotación racista que la invadía.

“Si os fijáis, las cámaras tienen la luz infrarroja todo el día encendida. Dice Mina que es para ver a Javi”, dijo Carlos. Esto causó una irritación generalizada y Carlos contestó: “Los chistes racistas como los de los infrarrojos me han sentado mal, y no es la primera vez, sino la número 400”.