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Un cartel para ganar

La Razón
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El PP ha cerrado su cartel electoral para el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad, dos instituciones estratégicas para un partido central en la gobernabilidad nacional. Cristina Cifuentes será la candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Así lo ha decidido el Comité Electoral Nacional del PP después de poner encima de la mesa pros y contras y, sobre todo, la elección de una candidata que asegure el triunfo y seguir estando al frente de una institución cuyo modelo de gestión ha sido ejemplar para los populares. Ignacio González, que no revalidará la presidencia de la Comunidad a la que accedió tras la marcha de Aguirre, ha dado buena muestra de esa gestión en un momento realmente complicado por la recesión económica. González ha conseguido mantener los servicios fundamentales con una fuerte contención del gasto con sentido de la responsabilidad. Aspira a sustituirle Cristina Cifuentes, hasta ahora delegada del Gobierno en Madrid, una mujer muy conocedora de la política de la Comunidad, con una gran experiencia en la Asamblea, de la que fue diputada por primera vez en la tercera Legislatura, con conocimiento de los problemas que preocupan a los ciudadanos y gran sentido institucional. Como responsable del orden público en la región, ha demostrado, sin grandes problemas, que pueden mantenerse la seguridad y el ejercicio de los derechos civiles de manifestación, ya que, siendo Madrid el epicentro de muchas protestas, la vida ciudadana apenas se ha visto alterada. Cifuentes ha demostrado a lo largo de su carrera política una gran capacidad de diálogo y un firme compromiso de servicio público. A esto une una sólida formación y credibilidad así como un conocimiento profundo de la realidad de la Comunidad de Madrid. Ha sido un gran acierto de Rajoy porque le avala su trayectoria política y humana. Con la elección de Esperanza Aguirre como candidata para el Ayuntamiento de Madrid, el Partido Popular ha reafirmado un sentido pragmático y abierto de la política. Como en los grandes partidos, hay «sensibilidades» diferentes pero es capaz de sintetizar los esfuerzos en una opción común y de partido. Ahora llega lo más difícil: ganar la confianza de los madrileños. La decisión de elegir el cartel que aspira a revalidar el gobierno de los populares en Madrid y la Comunidad se ha hecho esperar, ha sido meditada y, con toda seguridad, coincide con las opciones de la militancia. No era una elección fácil porque suponía renovar equipos en dos instituciones y, lo que sin duda será un reto, conseguir la confianza de los ciudadanos después de décadas de gobierno (desde 1991 en el Ayuntamiento y desde 1995 en la Comunidad). Para los que tienen en cuenta la política de los gestos: dos mujeres para dos plazas fuertes.