Medio Ambiente

En riesgo por una represa el ecosistema del río Mekong

Un pescador laosiano construye una trampa artesanal con ramas para pescar en la isla de Don Khone, en Si Phan Don, Laos
Un pescador laosiano construye una trampa artesanal con ramas para pescar en la isla de Don Khone, en Si Phan Don, Laoslarazon

La construcción de una represa en Laos pone en peligro el ecosistema del río Mekong, que con casi 5.000 kilómetros es uno de los más largos del mundo, así como la forma de vida de millones de personas que viven en sus riberas. Las cataratas laosianas de Khone Phapheng, las más grandes del Sudeste Asiático, son algunos de los accidentes geográficos que afrontan un gran riesgo, así como la única especie de delfín del río Mekong.

Además, las caudalosas, veloces y turbias aguas del Mekong constituyen una de las mayores fuentes de producción de pescado a nivel mundial, con capturas anuales de 1,3 millones de toneladas.

La alarma se activó en 2008, cuando el Estado laosiano firmó un acuerdo con la empresa Mega First Corporation Malaysia para construir la represa, y se disparó el pasado 1 de septiembre, cuando el diario camboyano Phnom Penh Post informó de que la Asamblea Nacional de Laos ya ha dado luz verde al inicio de las obras.

Aunque no se ha producido un anuncio oficial del comienzo de la construcción, que de acuerdo con la prensa del país vecino tendrá lugar el próximo diciembre, el proyecto ha provocado las protestas de grupos ecologistas.

Un Chakrey, de la plataforma Gran Mekong, perteneciente al Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), explicó a Efe que "Don Sahong -nombre de la represa- es una bomba de relojería ecológica que tendrá impactos negativos en todo el ecosistema del río Mekong, desde Laos hasta el delta en Vietnam".

"Es probable que destruya la mayor pesquería continental del mundo y los cambios en el flujo de sedimentos afectarán seriamente a la capacidad del río para mantener la biodiversidad de la zona", apuntó Chakrey.

Según el activista, la aprobación de este acuerdo de concesión de la presa Don Sahong es la más grave infracción desde la firma del Acuerdo del Mekong de 1995, por el cual todos los países pertenecientes a la cuenca del río deben estar de acuerdo ante cualquier variación.

En total son seis las naciones que están bañadas por las aguas del gran Mekong: China, Tailandia, Camboya, Vietnam, Birmania (Myanmar) Y Laos.

"No se respeta el Acuerdo del Mekong y se ignoran las graves preocupaciones de las vecinas Camboya, Vietnam y Tailandia, incluyendo a millones de personas que podrían perder su base alimentaria", advirtió el representante de WWF.

Aparte de las consecuencias económicas y de subsistencia que la obra acarrearía a los habitantes de la zona, más de 300 especies nativas del río también quedarían en peligro, entre ellas los delfines de Irrawaddy o Pah Kha, una especie endémica de agua dulce.

Estos cetáceos, que habitan desde las cataratas de Khone Phapheng hasta la provincia camboyana de Kratie, corren un "alto riesgo de extinción", ya que tan solo quedan en la actualidad 85 ejemplares, según los expertos.

"Los constructores tienen la intención de excavar millones de toneladas de roca con explosivos, creando fuertes ondas de sonido que podrían matar a los delfines, que tienen una alta sensibilidad auditiva", afirmó Chakrey.

El Mekong es un pilar de la riqueza de la península indochina y la construcción en los últimos años de presas hidroeléctricas ha afectado al río del que dependen alrededor de 60 millones de personas para su subsistencia.

Entre ellas se encuentra el pescador Sompong Phommanasa, que habita en el archipiélago de Si Pha Don y a escasos kilómetros de las cataratas Khone Phapheng, que alcanzan los 21 metros de altura y son conocidas como "La joya del Menkong".

"Mis antepasados y yo hemos vivido siempre de estas aguas", comentó Phommanasa a Efe mientras construye una trampa artesanal con ramas, una tradición que se remonta a varios siglos atrás y también se encuentra en peligro de desaparición.