Toledo

La ZEPA 56, un tesoro natural madrileño fruto de una modélica gestión

A sólo 50 kilómetros de Madrid, una extensa mancha verde cubre la zona suroeste de la comunidad, hasta los límites con Ávila y Toledo, la Zona de Especial Protección para las Aves Encinares de los ríos Alberche y Cofio, catalogada en la Red Natura 2000 como la ZEPA 56. Declarada como tal en 1990, esta ZEPA, la más extensa de la región, constituye para los 12 municipios integrados en su totalidad en el espacio protegido un valioso reclamo turístico.

Y es que en sus más de 83.000 hectáreas de encinares y pinares anida la mayor población de águila imperial, con 16 parejas según el último censo, de la península Ibérica, de donde es endémica, y la colonia más importante de cigüeña negra, con unas ocho parejas, las mismas que de buitre negro.

Pero además, este espacio se propuso también a la Unión Europea como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) con objeto de integrar la red Natura 2000 como Zona de Especial Conservación (ZEC), objetivo que cumplió en el plazo establecido al dotarse en 2010 de un completo y elaborado plan de gestión.

Un plan que hoy, en que la mayoría de los LIC están sacando a información pública los suyos propios, sirve de modelo de las cosas bien hechas, como ha asegurado a EFEverde Julieta Valls, técnico del área de Conservación de Espacios y Especies de SEO/BirdLife.

"De todos los planes de gestión que han pasado por nuestras manos -explica- este es de los que están mejor hechos, pues no sólo identifica los objetivos de conservación, sino que además los cuantifica, y tener esos valores numéricos permite hacer un mejor seguimiento y valoración de cómo se está ejecutando".

Otra de las características de este "modélico"plan es que hace una zonificación del espacio, distinguiendo entre una zona de conservación prioritaria, otra de protección y mantenimiento de usos tradicionales y otra de uso general.

Así, ha explicado la experta de SEO/BirdLife, "establece cuáles son las zonas más vulnerables a las molestias y disturbios, aquéllas donde debe restringirse la presencia humana o reprogramar los accesos a las mismas y otras de transición que permiten mayor flexibilidad".

Un lugar privilegiado

Se trata de un espacio que presume de buen estado de conservación y de ser la mejor representación de los ecosistemas de la sierra oeste madrileña, "un lugar privilegiado a muy poca distancia de Madrid", ha explicado Álvaro Domínguez, del grupo ecologista Natura Navas, de Navas del Rey.

Álvaro es uno de los guías del centro de fauna José Peña de la localidad, desde donde se organizan todo tipo de actividades con el objetivo de potenciar el conocimiento y el respeto del medio ambiente en público de todas las edades, en especial en niños.

"Hacemos observaciones de berrea, talleres de reconocimiento de rapaces en vuelo, de anillamientos; nuestro objetivo es fomentar ese tipo de turismo y educar a los niños desde la base para que se familiaricen con la naturaleza y el día de mañana la cuiden", ha asegurado en declaraciones a EFEverde.

Pero también es consciente del gran potencial de este tipo de turismo como motor de desarrollo económico para su pueblo y para el resto de municipios que integran el espacio protegido, ya que el impulso que supone para la hostelería o las actividades de ocio puede ser una buena fuente de ingresos y de empleo.