Vacaciones

Costa Rica: el paraíso verde del planeta

Con un tercio de su territorio bajo protección medioambiental, el país centroamericano concentra el 5% de toda la biodiversidad del globo, razones más que contundentes para descubrirlo hoy, Día Mundial de la Naturaleza

Cahuita está considerado el Parque Nacional más bello del país: el Caribe en estado puro
Cahuita está considerado el Parque Nacional más bello del país: el Caribe en estado purolarazon

Con un tercio de su territorio bajo protección medioambiental, el país centroamericano concentra el 5% de toda la biodiversidad del globo, razones más que contundentes para descubrirlo hoy, Día Mundial de la Naturaleza

El 20 de diciembre de 2013, la ONU firmaba una resolución por la que, cada 3 de marzo, se celebraría el Día Mundial de la Naturaleza, con el objetivo de crear conciencia sobre los beneficios para la humanidad de la conservación de la flora y la fauna salvaje. Si hubiera que nominar a un país para abanderar esta celebración, difícilmente podríamos encontrar otro con más méritos que Costa Rica: con una superficie de tan sólo 51.100 kilómetros cuadrados, aquí se concentra el 5% de toda la biodiversidad del planeta; para hacernos una idea, este porcentaje es mayor que el aportado por los Estados Unidos y Europa juntos. Además, casi un tercio de todo el país se encuentra bajo alguna fórmula de protección medioambiental (el 25% de su territorio está considerado zona protegida), algo que no sucede en ningún otro país del mundo. Con una media de un millón de turistas en los últimos años, Costa Rica se ha convertido en ejemplo a seguir para apuntalar el concepto de «turismo sostenible», demostrando que desarrollo y conservación del medio ambiente no son tareas incompatibles.

Refugio de tortugas

El Parque Nacional de Tortuguero (provincia de Limón, a 144 kilómetros de San José), es un auténtico paraíso verde, la región más húmeda del país; tan húmeda que raro es el día que no acabe bautizada con un fuerte aguacero tropical. Un vergel tan impenetrable y protegido que sólo es posible llegar a él atravesando un laberinto de canales siguiendo el curso del río que da nombre a este Parque Nacional. Gracias a ese aislamiento, y exceptuando los motores de los botes (todos parten del embarcadero de La Pavona) y unos pocos establecimientos hoteleros, el paraje se muestra completamente libre de la adulteración producida por la mano del hombre.

Conviene no llevarse a engaños: Tortuguero nada tiene que ver con la típica imagen caribeña de playas cristalinas, arena blanca y grandes Resort hoteleros. Tortuguero es Caribe, sí, pero de arena negra, fuertes y traicioneras corrientes que no invitan al baño y unos pocos alojamientos respetuosos con su entorno.

Hasta estas salvajes playas, año tras año, entre los meses de julio y octubre, vienen a enterrar sus huevos cuatro de las ocho especies de tortugas marinas que hay en el mundo: carey, verde, baula y caguama, lo que convierte a Tortuguero en el lugar de anidamiento de tortugas más importante del planeta y uno de los mayores reclamos turísticos de Costa Rica. Durante años, los lugareños creían que los huevos tenían poderes afrodisíacos y los nidos eran esquilmados. Por suerte, los que antaño robaban ahora se han convertido en los primeros defensores de estos fantásticos animales, que sin que nadie sepa con exactitud porqué, vuelven siempre a desovar a la misma playa donde nacieron. Está prohibido andar libremente por las playas, pero es sencillo contratar guías locales que organizan excursiones nocturnas para observar el desove y nacimiento de las tortugas. Conviene vestir con ropa oscura y está prohibido hacer fotografías para evitar que el flash las moleste, ya que son extremadamente sensibles a la luz. No olvide el repelente, porque a esas horas los mosquitos son legión.

Siguiendo la línea costera caribeña, siempre con dirección sureste y poco antes de llegar al Parque Nacional Cahuita, nos encontramos con el Santuario de Perezosos (Sloth Sanctuary), el único centro de investigación sobre estos animales que hay en todo el mundo. Luis Arroyo y Judy Avey, sus fundadores, dedican sus vidas a rescatar perezosos que han sido heridos o separados de sus madres. Los que no pueden ser devueltos a su hábitat natural, debido a las lesiones, se convierten en residentes permanentes, como «Buttercup», una perezosa de tres dedos (también los hay de dos), la primera rescatada en 1992, con sólo dos meses de vida, y que se ha quedado para siempre.

Puerto Viejo de Talamanca, casi en la frontera con Panamá y con un fuerte influjo afro-caribeño, está considerada como la meca del surf en Costa Rica. Para surfistas expertos que buscan emociones fuertes, Salsa Brava, la ola que rompe frente al Stanford´s Restaurant Caribe, está considerada la mejor del país. Si prefiere tomárselo con más calma, Playa Cocles es la mejor opción. Está situada a dos kilómetros del pueblo y sus olas son perfectas para iniciarse en este emocionante deporte.

Costa Rica es naturaleza y tradiciones. Y entre esas tradiciones, la que más trascendencia internacional le ha reportado es la industria cafetera, en permanente disputa con Colombia por el título de mejor café del mundo. Hasta la llegada del ferrocarril, el transporte del café se hacía en carretas de madera con enormes ruedas macizas decoradas con vivos colores y motivos florales. Las carretas cafeteras son hoy uno de los símbolos de la cultura rural tica y se siguen fabricando, más con fines decorativos, en la localidad de Sarchí.

w «Pura Vida» en cada rincón

No hace falta salir del aeropuerto para escuchar a alguien decir «Pura Vida», la singular expresión «tica» que tan pronto sirve para saludar, para agradecer o para comunicar un estado de ánimo. Se cansará de oírla; rara es la frase que no incluye un «Pura Vida» y, sin darse cuenta, acabará usándola con frecuencia. Pero, ¿de dónde viene esta expresión sin la que un «tico» se convertiría en un italiano sin manos? La respuesta es realmente curiosa: «¡Pura Vida!» es el título de una película mexicana, dirigida por Gilberto Martínez Solares, estrenada en Costa Rica en 1956. La cinta sólo estuvo dos semanas en cartel, pero la frase que repetía el protagonista (Melquíades Ledezma, un eterno optimista al que nada salía bien) se convirtió en el dicho que hoy identifica a todo un país. Muchos extranjeros la entienden como una forma de saludar, pero esa es sólo una pequeña muestra de su amplio abanico de significados. Cuando se conoce Costa Rica, uno se da cuenta que «Pura Vida», sobre todo, es una forma de entender la vida desde un punto de vista positivo. Más información en las páginas web www.visitcentroamerica.com y www.visitecostarica.com.