5 lugares de casa donde convives con gérmenes (y cómo deshacerse de ellos)

Hay todo un mundo de amenazas externas con las que evitamos tener contacto o, en su defecto, tener el mínimo posible. Los baños públicos, los contenedores de basura y hasta las barras donde agarrarse si viajamos en autobús o en metro. Todos sabemos de lo que hablamos, pero no todos conocíamos, hasta ahora, que el peligro está mucho más cerca, tanto, que ni siquiera nos hace falta salir de casa para convivir con los gérmenes. Cocina, baño, dormitorio... aquí están los diez lugares de tu casa que más gérmenes acumulan, y cómo deshacernos de ellos.

1. Tabla para cortar: es la reina de la cocina, todos tenemos una en casa, pero también es uno de los hogares preferidos por los gérmenes. El gran problema de la tabla, bien sea de madera o plástico porque ambas tienen ventajas e inconvenientes, es la contaminación cruzada, esto es, pasar de cortar verduras frescas a un filete crudo. Es esencial mantener esta fuente de caldo de cultivo limpio, y la mejor forma de hacerlo es metiéndolo en el lavavajillas y secándola muy bien antes de guardarla. Si la tabla está muy estropeada, no hay lavado que sirva, mejor reemplazarla por una nueva, ya que los gérmenes habitan en las ranuras creadas por los cortes.

2. Estropajo: aún en la era del lavavajillas, no hay cocina que no disponga de un estropajo. Pero ese pequeño objeto es uno de los lugares preferidos por los gérmenes, sobre todo porque siempre está húmedo y suele contener restos de comida entre las fibras. ¡Es un paraíso! Para limpiar el estropajo, lo mejor es disolverlo al menos una vez por semana en lejía o meterlo en el microondas durante al menos dos minutos (si no es metálico, claro).

3. Almohadas: suelen ser, sobre todo, foco de alergias e irritaciones, ya que las almohadas resultan ser el hogar dulce hogar de ácaros. Si encima sudamos o babeamos sobre ellas, la cosa se pone aún peor. La solución para evitar que los ácaros residan en ellas por siempre es lavar muy regularmente la ropa de cama y hacerlo con detergentes anti-alérgenos o metidas en una funda, lo que evitará que entren más ácaros y campen a sus anchas.

4. Alfombra de baño: es el apartamento ideal para los gérmenes, solo le faltaría tener vistas al mar. Casi siempre húmeda, es, exceptuando el inodoro, el foco de bacterias más contaminado del baño. ¿Cómo solucionarlo? Tres puntos: hay que lavar la alfombra al menos una vez por semana, y si puede ser con lejía. Por supuesto lavarla por separado del resto de ropa de cama y, muy importante, desinfectar el suelo antes de colocar la alfombra limpia y así volver a infectarla rápidamente.

5. Cepillo de dientes: parece obvio, claro, pero además de las propias bacterias que contenga nuestra boca, también el cepillo de dientes atrapa aquellas que rondan por el aire (sobre todo después de tirar de la cadena en el inodoro). ¿Pero qué hacer para una correcta higienización? Tapar siempre el cepillo tras usarlo una vez seco y reemplazarlo cada 3 ó 4 meses. También funciona bien sumergirlo en colutorio durante unos minutos y por supuesto, ¡no compartirlo!