C.S. Macías

Abascal fija su estructura territorial y será decisivo

Consiguen entrar en casi todos los parlamentos autonómicos y ayuntamientos y sus votos pueden dar gobiernos al centroderecha.

El secretario general de Vox y candidato la Alcaldía de Madrid, Javier Ortega Smith, el líder de la formación, Santiago Abascal, la candidata a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, y el jefe de campaña, Iván Espinosa de los Monteros/Efe
El secretario general de Vox y candidato la Alcaldía de Madrid, Javier Ortega Smith, el líder de la formación, Santiago Abascal, la candidata a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, y el jefe de campaña, Iván Espinosa de los Monteros/Efelarazon

Consiguen entrar en casi todos los parlamentos autonómicos y ayuntamientos y sus votos pueden dar gobiernos al centroderecha.

El recuento electoral se vivió con prudencia y optimismo en la sede madrileña de Vox. La cúpula del partido llegaba a cuentagotas. El primero en hacerlo fue el secretario general de la formación y candidato al Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith. De hecho nadie salió a hacer ninguna valoración hasta que los resultados estuvieron avanzados y el resto se concentraba en una «oficina de campaña» donde cenaron a pocos minutos de la sede. El líder del partido, Santiago Abascal, no llegó hasta bien avanzada la noche junto a Rocío Monasterio,y el resto de su cúpula.

Vox se jugaba consolidar sus estructuras territoriales en toda España, algo con lo que, a diferencia del resto de partidos, aún no contaba; y lo logró. Para los de Abascal, el hecho de entrar en casi todos los parlamentos autonómicos ya era una buena noticia. Pero su idea no solo era entrar, sino ser decisivos en algunas de las comunidades y consistorios para poder propiciar pactos a la andaluza o, por lo menos, ser el muro de contención para frenar a la izquierda. «Ha comenzado una nueva etapa. Nos hemos consolidado como alternativa a la izquierda», dijo Abascal.

Los de Vox tenían el reto de volver a movilizar el electorado que les otorgó la confianza en las elecciones generales del 28-A. Y es que, para ellos, «psicológicamente», la batalla de Madrid era «muy importante», más incluso que un ministerio. Los de Abascal sacaron pecho como «voto útil» y se mostraron decididos a hacer valer su fuerza como llave; ya no permitirán una negociación por separado como se hizo en Andalucía sino que exigirían que PP y Cs se sienten juntos a negociar. «Vox va hacer valer sus votos, no admitiremos cordones sanitarios ni insultos», indicó Abascao y subrayó que «quien quiera contar con nuestro apoyo deberá ser respetuoso y flexible». Según destacó el líder de Vox serán decisivos en Madrid y Murcia y casi el 30% de las capitales de provincia y citó Burgos, Almería, Santander, Badajoz, Jaén, Ceuta, Melilla, Guadalajara, Teruel, Zaragoza, Córdoba, Granada, Alicante y Madrid.

En las elecciones europeas, Vox, logró tres escaños con más de 1.300.000 votos (6,22%) perdiendo la mitad de los logrados el 28-A cuando se alzó con más de dos millones y medio de apoyos y el (10,26%). En cualquier caso subían en votos cuando, en 2014 se quedaron a poco de entrar en la eurocámara con 1,56%.

En territorios como El Ejido, Torrepacheco o Níjar, donde Vox logró ser la fuerza más votada en las generales, ayer se quedó como segundo o tercero, demostrando que el voto útil ha cambiado el sentido de muchos ciudadanos tras el paso por las urnas del 28- A. El resultado obtenido ayer, para un partido que hace cuatro años era residual, afianza el proyecto de Santiago Abascal. Vox va a jugar un papel determinante en el mapa político y tendrá todas las miradas puestas en cómo desarrolle su labor. De ello dependerá lo que le suceda en próximas citas electorales.