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«La verdad produce miedo»

Pablo D’Ors asegura que la «meditación es dolorosa» en la edición de su «Biografía del silencio» ilustrada con acuarelas de Miquel Barceló

Pablo D´Ors
Pablo D´OrsGonzalo PérezPablo D'Ors

Buscar el silencio en España, el país de la jarana, la fiesta y las ferias, es una quimera o una obsesión excéntrica. Pero es justo en esa extravagancia, la de la meditación, donde convergen los caminos de Pablo D'Ors y Miquel Barceló. O, lo que es lo mismo, la prosa y la pintura de dos hombres que han decidido apartarse de lo común y perseguir un recodo en el que poder «pensarse». Una reedición en Galaxia Gutenberg de«Biografía del silencio», del escritor, los ha reunido a los dos (el artista lo ha ilustrado con una serie de acuarelas) y ha dado pie a desmentir muchos tópicos y prejuicios. «Hay que romper con la idea infantil de considerar la meditación como un camino para encontrar la paz. Es el objetivo, pero antes de eso ha muchas turbulencias, las que produce la verdad y la verdad produce miedo», comenta Pablo D'Ors, que reconoce que lo fundamental «no es el éxito comercial, sino el existencial». Para él, que considera este sendero de autoconocimiento «una aventura» y que dedica a esta actividad una hora y media diaria (una por la mañana y treinta minutos por la noche), «la meditación es un proceso doloroso, pero también maravilloso. Es dolorosa porque es muy radical y rompe con tus identificaciones y las ideas que tienes». Y añadió una propuesta que, sin duda, sería revolucionaria:«Si lográramos introducir media hora de meditación en el Senado, en el Parlamento, en las bibliotecas, en los colegios, en los sindicatos, nuestras relaciones sería menos violentas. No podemos construir la paz en el mundo si no tenemos paz».

Pablo D'Ors que declaró que es «un hombre de iglesia, pero sobre todo es un hombre de Dios. No están en el mismo nivel», reveló que dentro de la institución religiosa «hay una pluralidad enorme. No conozco una organización humana donde quepan tantas cosas distintas. Muchos en el seno de la Iglesia creemos que el silencio ahonda en la fe cristiana, pero también existe un núcleo más pequeño que lo puede contemplar como una amenaza. Todo movimiento que enlaza con la mística o la intimidad se observa con recelo o reserva».

El escritor, que ha relegado su misión pastoral y ahora viaja a lugares donde requieren su apoyo para difundir la meditación a través de una red que ha llamado «amigos del desierto», ha asegurado que «la meditación vacía el corazón y la mente, y ves mejor y con más claridad. Es el primer paso antes de llegar a la paz». Lo hizo después de lanzar su diagnóstico sobre nuestro país y afirmar que «en España existe un interés por este tema por existe una gran necesidad de silencio. Necesitamos escuchar más a los demás. Existe un déficit en este caso. Y, también debemos aprender a relajarnos en nuestra sociedad, donde estamos tensos e irascibles. Eso no responde a una manera sensata de reconocernos. La meditación puede servirnos para vivir» porque, aclaró, «solo al conocernos podemos amarnos».