¿Nuestros hijos, ludópatas online?

A nuestros hijos no les resulta excesivamente complicado apostarse la paga semanal en la red. Pese a ser menores de 18 años de edad, cualquier dispositivo electrónico les sirve para acceder a un mundo atractivo de apuestas online, donde su pericia entra en juego. Así lo ha podido constatar este diario, que ha comprobado la facilidad con la que un menor puede abrirse paso en la red para apostar. Existen varias vías para burlar los laxos controles y poder acceder en internet a juegos, como el póquer, casino, tragaperras...

Hay portales de juego online que directamente no solicitan al eventual jugador identificarse con su documento nacional de identidad. Es decir, no exigen una acreditación fehaciente de la persona que va a jugar.

En estos portales basta con pulsar el cursor en la casilla que acompaña a la leyenda de que el jugador es “mayor de 18 años y acepto los términos y condiciones generales, la política de privacidad y confirmo que no actúo para un tercero” para poder traspasar la puerta del juego online.

Sin embargo, la Ley de regulación del juego de 2011 establece la obligación de los operadores a verificar la identidad de los jugadores y a la comprobación de su mayoría de edad, así como que no están inscritos en el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego.

Con el fin de facilitar la autenticación y comprobación de los datos de identidad de los jugadores, la Dirección General de Ordenación del Juego, dependiente del Ministerio de Hacienda, proporciona a los operadores un servicio de comprobación de la identidad y edad facilitadas por los jugadores, mediante la consulta a la base de datos de DNI gestionada por la Dirección General de Policía.

Pese a ello, nuestros hijos se pueden saltar con cierta facilidad este paso. De hecho, este diario ha creado una identidad falsa para poder jugar online. Una vez cliqueado en la página de inicio, varios portales de juego solicitan al usuario que se identifique con su DNI.

En este caso, se ha introducido un número real de un documento nacional de identidad de un menor de edad con nombre y apellidos ficticios de mujer (María Pérez Salmerón), de 46 años de edad, y se ha añadido una cuenta de correo electrónico abierta a nombre de la eventual jugadora.

La identidad de la jugadora ha sido dada por válida en los portales en los que se ha registrado, salvo en el de Loterías y Apuestas del Estado, que advierte de la no coincidencia entre el número del DNI y el nombre de la persona en cuestión.

Eso sí, la respuesta de los operadores ha sido diferente. Algunos directamente han dado por válidos y, por tanto, por reales los datos con la creación de la cuenta del jugador. Una vez dentro, sólo hay que elegir el medio de pago del depósito para poder jugar, como la tarjeta de crédito, monedero electrónico o tarjeta prepago.

Otros han enviado al móvil, facilitado para poder crear la cuenta, la siguiente instrucción: “bienvenido a la sala... Queremos recordarle que su cuenta debe ser verificada para aprovechar nuestra oferta de entretenimiento”.

Acto seguido, solicita fotocopia de un documento que “nos permita identificarlo. Válido: pasaporte, documento de identidad o permiso de conducir”. La fotocopia se puede enviar directamente desde la cuenta que ya se ha abierto o a través de un SMS. Este sistema de identificación permite a los menores de edad con cierta destreza y un escáner a mano burlar el mismo.

Sin embargo, otros portales informan al introducir la identidad falsa de que “se ha producido un error. Su cuenta no puede ser verificada, por favor compruebe sus datos e inténtelo nuevamente”. No obstante, no advierten, como hace Loterías y Apuesta del Estado en su portal, de la falta de coincidencia entre el número de DNI y el nombre facilitado.

En cualquier caso, los menores de edad no lo tienen muy complicado para entrar en los juegos online, tal y como ha comprobado este rotativo y como se reconoce en el estudio de 2017 "Hagan juego menores", Frecuencia de juego en menores de edad y su relación con indicadores de adicción al juego, realizado por el Consejo Asesor de Juego Responsable, perteneciente a la Dirección General de Ordenación del Juego, con la colaboración de la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (FEJAR).

Juego patológico

Los principales resultados de este informe demuestran que "el 62,1% de los menores de 18 años relata haber jugado a algún juego de azardurante los últimos meses, de entre los cuales, las apuestas deportivas y las quinielas son las más frecuentes. De los que juegan, el 22,6% manifiestan entre uno y tres criterios de juego patológico".

Según este informe, el control es más difícil si cabe en el juego online, puesto que, “aunque sea preceptivo introducir el número del documento nacional de identidad antes de comenzar a apostar, en realidad no se exige una acreditación fehaciente de la persona que va a jugar, motivo por el cual es realmente sencillo saltarse la norma”.

Por eso este estudio se muestra especialmente preocupado por la laxitud de los controles para evitar que nuestros hijos menores de 18 años apuesten online.

En ese sentido, fuentes solventes de la Policía Nacional confirman a este diario que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no persiguen por falta de medios a los operadores que permiten que los adolescentes menores de edad jueguen online. “No tenemos capacidad para poner un policía a cada uno de los niños que entran en internet”, alertan.

Sin embargo, "el juego no es tan infrecuente entre los más pequeños, pese a que es una actividad prohibida para ellos", avisa el estudio "Hagan juego menores",Frecuencia de juego en menores de edad y su relación con indicadores de adicción al juego.

En ese escenario, advierte contra la adicción que generan entre los menores las tragaperras online, aprobadas en junio de 2015, por combinar las máquinas tragaperras, principal responsable de juego patológico, con la plataforma más adictiva que existe, el juego online. “Hemos pasado de tener dos máquinas por bar a una en cada uno de nuestros móviles”, avisa.

Acto seguido, confirma el aumento de la ludopatía entre los más pequeños por su especial vulnerabilidad, debido a que aún no se ha completado el desarrollo neurológico de los centros cerebrales que rigen las funciones ejecutivas, protectoras frente a eventuales problemas adictivos

Además de explicar la adicción entre los más jóvenes, el incremento del gasto de los españoles se debe también, en gran medida, a la irrupción de las nuevas tecnologías con paso firme en el sector del juego, repletas de modernas fórmulas y originales escenarios, impulsadas y fomentadas por “una legislación claramente favorable que ha hecho que el juego online sea no sólo una actividad atractiva, sino también enormemente accesible y disponible”.

De hecho, los españoles se gastaron en sus apuestas por internet más de 17.300 millones de euros el año pasado, cuantía equivalente al 1,4% del PIB español. En ese ejercicio, se registraron casi 1,5 millones de jugadores activos. Además, la inversión en márketing (publicidad en medios o internet, gasto de afiliación, promoción y patrocinio) ascendió a 328 millones de euros. Estas cifras hablan por sí solas de la enorme relevancia del juego online en la economía española.

Perfil del jugador

El Consejo Asesor de Juego Responsable realiza en su informe un retrato robot del jugador menor de 18 años de edad, que, en parte, coincide con el del usuario mayor de edad. Los chicos juegan más que las chicas. 75 de cada 100 chavales confiesan haber jugado en los últimos meses. Esta proporción baja entre las chicas a 45 de cada 100. Por tipo de juego, los chicos juegan más que ellas al póquer online, juegos de casino online, tragaperras online y apuestas deportivas en la red.

Algo similar ocurre entre los mayores de 18 años de edad. Según el informe del jugador online, realizado por la Dirección General de Ordenación del juego, el 85% de jugadores son hombres, con edades comprendidas entre 18 y 45 años.

Ante este escenario, el Consejo Asesor del Juego Responsable lanza, en su informe, un mensaje a navegantes, con su constatación del aumento del juego patológico entre los menores de edad de la mano de los juegos online. “Desde la legalización del juego online se ha incrementado la proporción de jóvenes que acceden a centros de tratamiento por tener un problema de adicción al juego. Además, las apuestas online son el principal tipo de juego de su adicción”.

Este organismo concluye su estudio aportando sus recetas para luchar contra la ludopatía juvenil: unas adecuadas políticas de juego, acompañadas de programas de prevención escolar.