Partido Popular

El PP abre la veda contra Vox: “Harán imposible la colaboración”

Rotos todos los puentes con Vox a nivel nacional, los pactos en CCAA resistirán hasta las urnas

El Grupo del PP en el Congreso no tuvo ningún papel en la negociación del reparto de poder en la Mesa de la Cámara Baja. Ni directo ni indirecto porque toda la dirección del proceso la asumieron en Génova. Y ahora las críticas por la «desastrosa» negociación vuelven hacia Génova, como responsable, les reprochan, no haber medido bien los pasos de por dónde iba a jugar el balón la izquierda. Ni tampoco el alcance del pulso de Vox. La victoria de la izquierda en esta batalla puede tener un balón simbólico, porque la mayoría del órgano rector de la Cámara Baja iba a ser en todo caso suya, pero ha sido el primer «golpe» para un grupo que se estrena con renovado entusiasmo y renovada plantilla, a base de una importante renovación de dirigentes crecidos en las Nuevas Generaciones del partido. En un camino parecido al del líder, Pablo Casado. Otra conclusión de la sesión de constitución de las Cortes Generales es que la cohabitación con Vox en el Congreso puede ser un «calvario» y un «serio obstáculo» para que Casado rentabilice un Gobierno de Sánchez atrapado en su pacto con Podemos y los independentistas.

El PP ha desenterrado el hacha contra Vox y los descalificativos que se escuchan en privado contra este partido superan incluso el nivel de colisión que ha alcanzado el cuerpo a cuerpo con el PSOE.

«Abusan de la presencia institucional para expandir su papel antisistema»; «buscan la colisión»; «habrían sido felices rodeándose del cordón sanitario porque viven del victimismo como los independentistas»; «no hay margen para la colaboración, no puedes negociar nada con quien está instalado en la negación absoluta de todo, y en la exageración y en la mentira, para demoler el actual marco institucional con un dibujo de brocha gorda de los problemas reales, igual que en su día hizo Podemos»... Y así un suma y sigue de andanadas que vierten desde las filas del PP y que responden a la firme sensación de que Vox hará «muy complicada la oposición a Casado».

A Vox le interesa el lío en la derecha. Y evitar el mimetismo o la subordinación al PP, porque esto supondría reconocer el papel de este partido como líder de la oposición. La exageración y el exabrupto rinden más en tiempos de inestabilidad y, por eso, en el PP temen que la debilidad del Gobierno de Sánchez pueda ser la principal fortaleza de Vox, en lugar de la suya. Igual que lo fue en la pasada campaña electoral el recrudecimiento de la crisis en Cataluña. «La competencia dentro de la derecha puede devorarnos. Vox quiere derribar a base de puñetazos el liderazgo del PP en la oposición. Pero puede ocurrirles como a Rivera, que mueran de un ataque de soberbia. Es tiempo de mutaciones rápidas y su momento puede pasar tan rápido como el de Ciudadanos». Los puñales solo acaban de empezar a volar.