Greta Thunberg aparece por sorpresa en la COP

Ningún activista ni ningún joven del movimiento Fridays for future estaba en la estación. Sólo un número cada vez mayor de periodistas de todo el mundo se arremolinaban en Chamartín desde antes incluso de las 8.00 de la mañana. Si a esa hora había unos 20, media hora más tarde en torno a un centenar bajaba a la vía para intentar adivinar de qué vagón bajaría la famosa activista.

Media hora de espera da para mucho y en el caso de Greta es tanto el secretismo de su viaje que las conversaciones han sido de los más variado. No se sabe si habrá dormido o habrá salido de su vagón en algún momento de su largo trayecto de 10 horas y 17 paradas que separan Lisboa de Madrid, por ejemplo. Sí se sabe que este convoy nocturno, comentan un par de compañeros, hace una parte de su recorrido sin tendido eléctrico y propulsado por diésel.

El tren, que se esperaba que llegara a las 8.40, hacía entrada en el andén a las 8.33. Escasos minutos después se abrían las puertas y los pasajeros, la mayoría desorientados ante tantas cámaras, se quedaban a ver qué estaba sucediendo. No todos sabían que viajaban en el mismo tren que ha traído a la famosa activista a Madrid desde Lisboa. “Yo era consciente de que venía con ella porque en la estación de Santa Apolonia pasó anoche lo mismo que aquí. Había mucha prensa en el andén”, decía una de las viajeras. Tres chicas canadienses confesaban que se acababan de enterar de que iban con Greta. Su viaje por turismo las ha traído hasta Madrid hoy, justo el día que llega la joven de 16 años.

La salida de Greta ha tenido lugar entorno a las 8.50. Se esperaba que el nocturno estuviera totalmente desalojado, pero también que los medios dejaran espacio para que la comitiva pudiera pasar hasta el edificio. Ya desde antes, el jefe del dispositivo de seguridad indicaba que Greta no se iba a parar, no iba a hacer declaraciones y era necesario dejar más sitio para que pudiera llegar hasta el hall. Si no “os tendremos que alejar para que no estéis tan encima”, alertaba. Sin embargo, el cordón ha llegado tarde, la organización despacio (tardó 20 minutos en salir del tren) y eso que la afluencia de policías era bastante numerosa. Dentro del tren, el equipo de seguridad y sus acompañantes aguardaban a que se calmara un poco la cosa. Finalmente, y tras unos minutos de confusión, la joven ha salido cubierta con una capucha blanca, un rostro serio y un objeto voluminoso en las manos. Como se esperaba no ha hecho declaraciones y se ha alejado del vagón mirando al frente, perseguida y rodeada de Policía que impedía a las decenas de periodistas acercarse más de la cuenta. Su salida ha sido atropellada, confusa, llena de empujones, incidentes, periodistas y cámaras corriendo, cayendo e intentado subir hasta el hall de la forma más rápida posible y lo más cerca de Greta que consintieran los cuerpos de seguridad.

Ningún activista ni compañero del movimiento Fridays for future en España la ha esperado en el andén ni en el hall de la estación porque, dicen por teléfono, no querían participar del circo mediático y han preferido respetar la llegada de la adolescente. Sólo los curiosos y viajeros de Cercanías se han detenido para ver qué pasaba y observar el espectáculo.

I successfully managed to sneak into Madrid this morning! I don’t think anyone saw me...
Anyway it’s great to be in Spain! https://t.co/8SfqpqbUXG

— Greta Thunberg (@GretaThunberg) December 6, 2019

“Nadie me ha visto llegar”

“¡Conseguí colarme en Madrid con éxito esta mañana! Y creo que nadie me ha visto llegar...” es el contenido de un tuit que ha publicado esta mañana Greta Thunberg. La activista sueca acompañaba el texto, de carácter irónico, con el retuiteo de un vídeo de un medio norteamericano en la que se la ve descendiendo del tren Lusitania en el que ha viajado esta noche desde Lisboa, completamente rodeada de medios informativos. Para subrayar el guiño, añade: “¡En cualquier caso, es estupendo estar en España!”.

¿Cuántos días se quedará en Madrid?

Nadie sabe su agenda de hoy y tampoco se ha confirmado cuántos días se quedará el Madrid. En la entrada sólo la esperaba un coche en el que se ha montado junto a otro tres acompañantes (uno de ellos, su padre). La activista fue directamente a la Cumbre del Clima, que se celebra en IFEMA. No hay una agenda prevista y no se sabe dónde se aloja o lo que tiene previsto hacer al menos hasta las 16.30 de la tarde de hoy. A esa hora tiene previsto dar una rueda de prensa en la Casa Encendida de Madrid e incorporarse desde ahí a la Marcha por el Clima, la gran manifestación que comenzará a las 18.00 en Atocha.

Encabezará la que se espera sea un convocatoria pacífica y exitosa, con una participación que supere o iguale las cifras de la anterior huelga por el clima. “El 27 de septiembre hubo en Madrid entre 100.000 y 150.000 personas. Esta vez se espera incluso superar este número, ya que vienen miembros del movimiento a nivel internacional”, dice Laura Laguna, portavoz del movimiento Juventud por el Clima. Con ésta son cuatro las veces que los jóvenes salen a la calle para para pedir a los mandatarios que den un paso decisivo en la lucha contra el cambio climático y refuercen sus compromisos de reducción de emisiones. La primera fue el 15 de marzo. La segunda llegó en mayo y en las dos de septiembre (cada país escogió entre el 20 y el 27 para hacer su convocatoria) se congregaron más de seis millones de personas en todo el mundo.