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Pandemia

El Santander prefiere ganar menos para blindarse ante el coronavirus

Reduce su beneficio a 331 millones, un 82% menos, tras provisionar 1.600 millones frente a posibles deterioros futuros por el impacto de la crisis sanitaria

El Banco Santander ha abierto la gran semana de la presentación de las cuentas trimestrales de la gran banca española y lo ha hecho con una fuerte caída de los beneficios, no achacable al deterioro de sus negocios, sino al impacto de las crisis sanitaria, que ha obligado a la entidad de Ana Botín a aumentar significativamente las provisiones para paliar sus efectos en lo que queda de año. En concreto, Grupo Santander obtuvo un beneficio atribuido de 331 millones de euros durante el primer trimestre de 2020, lo que supone un retroceso interanual del 82% después de registrar un cargo neto de 1.646 millones de euros debido a la provisión de 1.600 millones para salvaguardarse de las condiciones macroeconómicas derivadas de la crisis de la pandemia. Si no se tuviera en cuenta este impacto, el beneficio atribuido hubiera crecido un 1% interanual hasta los 1.977 millones, gracias al incremento en el beneficio en la mayoría de los mercados de América, a la subida del volumen con clientes y a que la pandemia “apenas afectó al negocio puesto que estalló al final del trimestre", explica el grupo bancario.

Para Ana Botín, presidenta de Banco Santander, los resultados “han sido buenos, con un impacto limitado del Covid-19”, aunque reconoce que la pandemia está causando una crisis sanitaria global e importantes problemas económicos y sociales". Entiende que “es imposible predecir el impacto final y más permanente que tendrá la crisis”, pero cree que la entidad que preside se encuentra “en una posición sólida” y preparada “para superar la recesión prevista gracias a la diversificación de nuestra cartera”, al capital acumulado y a las provisiones realizadas. Como ya comunicó en la última junta de accionistas, el banco tiene previsto revisar sus “objetivos estratégicos” cuando tenga “una visión más completa del impacto de la crisis”, aunque se muestra confiada en que el banco “está preparado para superar la recesión prevista gracias a la diversificación de nuestra cartera, que además tiene altos niveles de cobertura, y a la solidez de nuestro balance”.

El banco ha experimentado un sólido crecimiento en todos los ámbitos. Los ingresos de clientes aumentaron un 3%, en comparación con el primer trimestre del año pasado; el margen de intereses creció en siete de los diez mercados principales y las comisiones netas aumentaron otro 3%; y los préstamos y los depósitos se incrementaron un 7% y un 6%. Pero ha sido en el mercado americano donde el Grupo ha tenido una evolución más favorable. Los créditos y los recursos aumentaron a un ritmo de dos dígitos -muy cercano al 15%-. La ganancia ordinaria creció, de hecho, un 34% en Norteamérica en euros constantes y el 15% en Sudamérica, aunque se vio lastrada en parte por el comportamiento en Europa, que cayó un 16% por el descenso en el margen de intereses, compensado en parte por la reducción de los costes. Con todo ello, la rentabilidad medida como retorno sobre el capital tangible (RoTE) se situó en el 11,1%. Su capital CET 1 se situó al cierre de marzo en el 11,58%, en línea con el trimestre anterior y dentro del rango objetivo del 11-12% gracias a una mejora precisamente en 29 puntos básicos cosechada por la reciente cancelación del dividendo complementario. A la vez redujo la morosidad en 37 puntos, hasta el 3,25%.

Por regiones, las filiales y negocios del grupo en Europa construyen el 41% del beneficio total, Sudamérica aportó un 38% y Norteamérica el 21%. Brasil sigue siendo el mercado que más contribuye a los beneficios ordinarios del grupo, con un 29%, seguido de España (14%), Santander Consumer Finance (12%), Estados Unidos (11%), México (10%) y Reino Unido (8%). El beneficio generado en Brasil alcanzó los 694 millones (+10%), en España ascendió a 352 millones (-1%), el correspondiente a la financiera Santander Consumer Finance se situó en 304 millones (-5%), en Reino Unido en 188 millones (-27%) y el área Norteamérica, que incluye México y Estados Unidos lo elevó a 522 millones (+34%).

Fruto de su apuesta por los servicios digitales, el banco ha visto crecer el número de clientes un 13% y ya cuenta con 38,3 millones de usuarios digitales. El 43% -casi la mitad de sus ventas- se realizó por estos canales alternativos a la sucursales ordinarias, lo que aumentó este negocio en siete puntos porcentuales respecto a 2019. Además, los ajustes realizados en Europa ha permitido a la entidad bancaria obtener más de 100 millones de euros en sinergias en el trimestre, bajar sus costes un 3% en sus mercados europeos y situar el ratio de eficiencia en el 47,2%. Además, la entidad está otorgando una media de 1.149 millones de euros diarios a préstamos para las pymes y grandes empresas afectadas por el Covid-19. Se trata de un nivel de concesión que supera en más del doble a los 562 millones de euros que venía prestando de media en el mes de febrero, antes de que estallase la crisis sanitaria, a dicho colectivo de clientes. En España y Portugal la nueva financiación a empresas y pymes se ha más que triplicado y ha pasado de 209 millones en febrero a 873 millones en abril.