La vacuna de Moderna, que hoy empezó su fase final en voluntarios, podría estar lista en noviembre

El estudio de la vacuna contra la covid-19 más grande del mundo comenzó este lunes con la vacunación de 30.000 voluntarios planificados que colaboran en probar las vacunas creadas por el Gobierno de los Estados Unidos. Todavía no hay garantía de que la vacuna experimental, desarrollada por los Institutos Nacionales de Salud y Moderna, realmente proteja.

Los voluntarios no sabrán si están recibiendo la vacuna o un placebo. Después de dos dosis, los científicos seguirán de cerca qué grupo experimenta más infecciones a medida que realizan sus rutinas diarias, especialmente en áreas donde el virus aún se está propagando sin control. “Desafortunadamente, para los Estados Unidos de América, tenemos muchas infecciones en este momento” para obtener esa respuesta, asegura el doctor Anthony Fauci de los NIH a The Associated Press.

Varias vacunas fabricadas por China y por la Universidad de Oxford de Gran Bretaña a principios de este mes comenzaron a ser probadas en seres humanos en Brasil y en otros países afectados. Pero Estados Unidos requiere sus propias pruebas de cualquier vacuna que pueda usarse en el país y ha establecido un nivel alto: cada mes hasta el otoño, la Red de Prevención covid-19, financiada por el Gobierno, lanzará un nuevo estudio de un candidato líder: cada uno con 30,000 voluntarios recién reclutados.

Los estudios masivos no son solo para evaluar si las vacunas funcionan, sino que son necesarias para verificar la seguridad de cada la vacuna potencial. Y seguir las mismas reglas de estudio permitirá a los científicos eventualmente comparar todas las vacunas.

La respuesta probablemente no llegará hasta noviembre o diciembre, advirtió el Dr. Anthony Fauci, jefe de enfermedades infecciosas de los NIH.

“No espere una vacuna tan fuerte como la del sarampión, que previene alrededor del 97% de las infecciones“, dijo Fauci, y agregó que estaría contento con una vacuna que sea efectiva en un 60%.

Los NIH están trabajando para asegurarse de que el estudio no solo esté lleno de voluntarios sanos y más jóvenes, sino que incluya a las poblaciones más afectadas por COVID-19, incluidos adultos mayores, personas con mala salud y afroamericanos y latinos.

“Realmente vamos a depender de esa sensación de voluntariado para las personas de todos los rincones de la sociedad si realmente vamos a descubrir cómo esta vacuna, y su potencial para poner fin a esta terrible pandemia, va a funcionar en cada una de esas grupos “, dijo Collins.