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Las plagas se multiplican durante la pandemia: por cada cucaracha que sale a la luz se esconden otras 200

Las infestaciones pueden provocar graves patologías, como salmonella, leptospirosis, peste, toxoplasmosis, arenavirus o la enfermedad de Weil

Ratas y ratones pueden ser transmisores
Ratas y ratones pueden ser transmisoresLa RazónLa Razón

Se acerca la primavera y la Semana Santa, y con ellas, el retorno de muchas familias a sus segundas viviendas, en la playa o en el campo. Casas, chalets y apartamentos que quizá en dos últimos años hayan estado más tiempo deshabitados a causa de las restricciones intermitentes por el coronavirus. Meses en los que, es posible, se hayan instalado en ellos otros seres vivos, sigilosos e insalubres.

Los roedores y cucarachas han aumentado las infestaciones durante la pandemia, especialmente en las zonas comunes de los bloques de viviendas vacaciones que llevan meses sin mantenimiento.

Otros lugares favoritos de estos desagradables huéspedes son los hoteles, donde en estos meses disminuye (incluso en algunos cierran) la actividad. Así, se ven afectados especialmente los lugares donde hay presencia de alimentos, humedad, calor y oscuridad, esto es, cocinas, salas de calderas, baños, buhardillas y áreas con presencia de cavidades. Allí, máxime si hay un clima favorable, estos inquilinos silenciosos se sienten libres para moverse y proliferar. Según ANECPLA, la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental, por cada cucaracha que sale a la luz se esconden otras 200. Lo mismo ocurre con otro tipo de insectos o roedores, instalados en grietas, oquedades o recovecos.

Esta organización viene avisando del considerable incremento de la población de ratas, ratones y cucarachas, también en núcleos urbanos, con una presencia de especímenes cada vez más agresivos ante la falta de alimento en los lugares habituales, como consecuencia de cierres y parones empresariales originados por los brotes de Covid-19.

Entrar en contacto con superficies o ingerir alimentos contaminados por la presencia de plagas puede provocar numerosas patologías, algunas de ellas graves, que pueden incluso provocar la muerte en los casos más extremos. Éstos son algunos de ellos: salmonella, leptospirosis, peste, toxoplasmosis, arenavirus, enfermedad de Weil, hantavirus, turalemia, bartonelosis, tenia, hidatidosis, capilariasis.

Las consecuencias para los inmuebles pueden ser, en el caso de ratones y termitas, daños en las estructuras hasta fallas estructurales.

Los sistemas empleados para eliminar a estos peligrosos inquilinos pueden ser de diversa naturaleza. Desde trampas de captura que atraen al roedor gracias a un pegamento de atractivo alimentario, con rodenticias (pesticidas con porta cebos de seguridad) hasta nuevos métodos ecológicos, como es el caso de trampas de captura que no matan al animal y que no llevan veneno, según explican desde Biblion Ibérica, empresa experta en control de plagas.

Los excrementos también se usan para detectarlos, pero no de la manera tradicional. Antes las cacas de ratón nos informaban de su presencia cercana, ahora lo hacen también, pero brillando mediante un sistema de luminiscencia y gracias a un alimento placebo que se les suministra y que cuando es excretado permite su localización gracias a una luz ultravioleta.

Para las alcantarillas se han probado con éxito y ya están funcionando, por ejemplo en el alcantarillado del pueblo madrileño de Becerril de la Sierra, las trampas inteligentes, conocidas como Rat Trap, que exterminan la rata de inmediato y la evacúa con las aguas residuales. La trampa se vacía sola y permite un control remoto de la actividad.

En el caso de las cucarachas se emplean métodos basados en la pulverización y nebulización de productos químicos. El hecho de que estos insectos sean caníbales, facilita su erradicación, porque un insecto muerto por el producto químico mata, a la vez, al que se lo come.

Además de los procesos de desinfectación, la recomendación de los profesionales del sector es la de prevenir, esto es, revisar periódicamente los inmuebles, cubrir cavidades que pudieran servir de albergue a diversas plagas y, por supuesto, mantener la mayor higiene posible. En la erradicación de plagas se comienza, reconocen desde Biblion Ibérica, de la manera más sencilla: no tirando basura.