Obituario

Muere Mijaíl Gorbachov, el último presidente de la Unión Soviética, a los 91 años

Considerado el sepulturero de la URSS, fue amado y odiado por ello entre su pueblo. El padre de la Perestroika y Nobel de la Paz falleció este martes en Moscú

El exdirigente soviético Mijaíl Gorbachov será enterrado en el cementerio de Novodevichy de Moscú
El exdirigente soviético Mijaíl Gorbachov será enterrado en el cementerio de Novodevichy de MoscúDavid LongstreathAgencia AP

El último presidente de la URSS y padre de la Perestroika, Mijaíl Gorbachov, ha fallecido este martes en Moscú a los 91 años. “Esta tarde tras una larga y grave enfermedad murió Mijaíl Gorbachov”, han informado fuentes del Hospital Clínico Central de Moscú a la agencia RIA Nóvosti.

Según la agencia TASS, el exdirigente soviético será enterrado en el cementerio de Novodevichy de Moscú, donde yacen los restos de destacados personajes de la historia de este país y se encuentra también la tumba de la esposa de Gorbachov, Raísa, fallecida en 1999.

El ex presidente soviético llevaba años viviendo alejado del foco mediático por problemas de salud. Algunos periódicos rusos llegaron a afirmar que pasaba meses hospitalizado por un cúmulo de afecciones. En 2019, el último líder de la Unión Soviética fue ingresado por una neumonía.

Artífice de los primeros pasos de la Rusia moderna, Gorbachovdirigió la Unión Soviética entre 1985 a 1991, primero al frente del Comité Central del Partido Comunista y del Soviet Supremo y ya después como presidente.

La carrera de Gorbachov culminó en 1991, después de que once de las antiguas repúblicas soviéticas crearan la Comunidad de Estados Independientes (CEI), desmantelando de facto la URSS.

A pesar de que permaneció en el poder menos de siete años, Gorbachov quiso modernizar la Unión Soviética pero terminó desencadenando su colapso. La implosión del de URSS supuso la liberación de las naciones de Europa del Este de la dominación rusa y el fin de décadas de confrontación nuclear Este-Oeste.

El ex dirigente soviético recibió el Premio Nobel de la Paz en 1990 por su papel en la liberación de Europa del Este y los cambios en las relaciones entre la URSS y el bloque occidental, encabezado por Estados Unidos, en las últimas etapas de la Guerra Fría.

Amado y odiado a partes iguales

La caída del padre de la Perestroika fue estrepitosa. Su poder fue minado irremediablemente por un intento de golpe de Estado en su contra en agosto de 1991, perpetrado por parte de la cúpula del KGB y del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS).

Su posición política quedó muy debilitada. Pasó sus últimos meses en el cargo viendo república tras república declarar la independencia hasta que renunció el 25 de diciembre de 1991, el día que la Unión Soviética dejó de existir.

Treinta años después, concretamente en diciembre de 2021 en el 30 aniversario de la disolución del imperio soviético, Gorbachov señaló que si se hubiera reformado a tiempo, laURSS podría haber sobrevivido como una unión de Estados soberanos, pero ya era demasiado tarde.

“Fueron días oscuros para la Unión Soviética, para Rusia y para mí también. Pero no tenía derecho a hacer otra cosa”, recordó Gorbachov en declaraciones a la agencia rusa TASS.

El ex mandatario también explicó por qué nunca usó la fuerza para tratar de mantener unido al imperio. “En el primer lugar porque habría dejado de ser yo mismo”, aseguró Gorbachov. “Y entonces tal decisión habría desencadenado una guerra civil gravísima con consecuencias impredecibles. Estaba seguro de que este escenario debía evitarse a toda costa”, agregó.

“Sin embargo, es cierto que el país podría haber sobrevivido incluso después del intento de golpe de Estado en agosto de 1991 como una Unión de Estados soberanos”, recalcó el último líder soviético.

Gorbachov simboliza el fin de una era para la poderosa Unión Soviética, y su legado sigue siendo incómodo en ciertos sectores de la sociedad rusa que consideran que representa una etapa en la que Rusia perdió su poderío en la escena internacional.

Al cumplir 90 años en marzo de 2021, el exdirigente insistió -en su defensa de la Perestroika- que la política reformista que abrió las puertas de lo que hoy es Rusia sigue siendo su gran legado político. Considera esta iniciativa su mayor logro político.

“Estoy completamente convencido de que era necesaria y de que nos movimos en la dirección correcta”, afirmó entonces en una entrevista a la agencia TASS, al recordar una etapa en la que “el pueblo ganó libertad” y se puso fin a “un sistema totalitario”.

Condolencias de Putin

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha expresado sus “profundas condolencias” por la muerte de Gorbachov, en una primera reacción en la que el Kremlin no ha valorado la figura del dirigente que puso fin a la etapa soviética.

Putin le ha reconocido no obstante como uno de los estadistas más importantes de la historia a nivel mundial, pero lo cierto es que en los últimos años permanecía en un discreto segundo plano político.

El Kremlin debe ahora decidir qué tipo de homenajes le brinda a un exdirigente que sigue generando ciertos recelos en los sectores más duros dentro de Rusia, ya que ven en él el símbolo del fin de una etapa de grandeza y no el impulsor de las reformas que tanto le reconoce Occidente.

Con motivo de la invasión rusa de Ucrania, el aislamiento de Moscú complica también la presencia de mandatarios extranjeros en el futuro funeral, para el que aún no hay fecha.