Agricultores expresan su descontento con la política agrícola del gobierno mediante protestas con estiércol

La frustración de los agricultores franceses con la política agrícola del gobierno ha alcanzado un punto álgido, manifestándose de manera contundente con actos de protesta inusuales. Toneladas de estiércol y desechos fueron arrojadas frente a los edificios estatales en Cahors como parte de la protesta, dejando al menos 300 metros cúbicos de residuos, según las autoridades locales.

La protesta no se limitó a Cahors, ya que agricultores de Digne-les-Bains, capital del departamento de Alpes de Alta Provenza, llevaron a cabo este martes acciones similares frente a las instituciones financieras del país. En este caso, los manifestantes esparcieron y quemaron estiércol, bloqueando además las oficinas de Tesorería como símbolo de su descontento.

Las demandas de los agricultores se centran en la mejora de sus condiciones laborales e ingresos, afectados por factores como el aumento de los costes de producción, las diferencias regulatorias con otros países europeos, trámites administrativos, impuestos, controles y los daños causados por la fauna.

Laurent Depieds, presidente de la Federación Regional de Sindicatos de Agricultores Paca (FRSEA), subraya la pérdida de confianza de los agricultores en el gobierno, afirmando que no se sienten escuchados ni respetados.

La decisión de intensificar la protesta surgió después de una reunión que no convenció a los agricultores, llevándolos a bloquear el acceso a la ciudad en señal de descontento. Según informes, los manifestantes esparcieron estiércol en rotondas y en las entradas y salidas de la ciudad, generando importantes congestiones y dificultades de tráfico.

Los agricultores han anunciado que mantendrán la movilización hasta que el gobierno atienda sus demandas y garantice un futuro digno para el sector agrícola. Según la FRSEA, la situación se considera crítica, exigiendo una respuesta urgente y concreta.