La comisaria europea Ylva Johansson teje punto en plena sesión del Parlamento Europeo

El Parlamento Europeo volvió a vivir un episodio inusual en el que la atención se desvió de los discursos habituales en la tribuna de oradores. Esta vez, el foco estuvo en Ylva Johansson, la política sueca que ostenta el cargo de comisaria europea de Asuntos de Interior desde 2019. Lo peculiar de este episodio es que Johansson fue captada tejiendo a ganchillo en su escaño mientras la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pronunciaba su discurso ante los eurodiputados.

No es la primera vez que Ylva Johansson es sorprendida realizando esta actividad durante las sesiones parlamentarias. De hecho, es una imagen recurrente verla entretenida con las agujas y la lana mientras participa en debates y discusiones de importancia europea. La comisaria no oculta su afición por el ganchillo y ha convertido esta actividad en su manera personal de amenizar las largas sesiones parlamentarias.

Lo más destacable es que, según fuentes cercanas a Johansson, cuando llega la temporada navideña, tiene la costumbre de repartir las prendas que ha tejido a lo largo del año entre los miembros de su equipo. Esto muestra que su pasión por el ganchillo va más allá de ser una simple distracción y se convierte en un gesto de camaradería y regalo durante las festividades.

La reacción en las redes sociales a este episodio de ganchillo en el Parlamento Europeo ha sido variada. Mientras algunos se sorprendieron y criticaron que una figura política se dedique a actividades manuales durante debates de alto nivel, otros expresaron su apoyo y entendimiento hacia Johansson. Muchos argumentaron que este pasatiempo puede ayudar a mantener la concentración y aliviar el estrés en un ambiente político tan exigente.

Además de su pasión por el ganchillo, Ylva Johansson ha sido protagonista en otros momentos peculiares. Durante una visita de verano a Riojaforum, en Logroño, la comisaria europea de Interior se encontró con un desafío lingüístico. Johansson tuvo dificultades para pronunciar la 'ñ' que compone el nombre de la ciudad. Hasta en cinco ocasiones intentó articularla, entre risas y pidiendo disculpas, antes de finalmente desistir.

En última instancia, Ylva Johansson ha demostrado que la política y el ganchillo pueden coexistir en su vida, y esta peculiar combinación ha añadido una nota de singularidad y autenticidad a su desempeño como comisaria europea.