Así es Finn, el gato gigante: es más grande que un niño de nueve años

El Maine Coon es una de las razas de gatos domésticos más grandes y carismáticas del mundo. Originarios de Estados Unidos, estos felinos son conocidos no solo por su imponente tamaño, sino también por su carácter afable, su pelaje denso y su distintiva apariencia, que les da un aire de lince. Los Maine Coon suelen pesar entre seis y nueve kilos, y algunos, como Finn, pueden llegar a medir más de un metro de largo.

A pesar de su tamaño, los Maine Coon son increíblemente dóciles y cariñosos, lo que los convierte en excelentes compañeros para familias y personas de todas las edades. Su personalidad juguetona y amigable, junto con su inteligencia, los hace destacar como mascotas. Pero su tamaño también requiere un compromiso adicional, desde su alimentación hasta el cuidado de su pelaje.

El gato gigante

En San Carlos, California, vive Finn, un Maine Coon que ha capturado la atención de sus vecinos por su asombroso tamaño. Con una longitud de 1,3 metros, este felino mide lo mismo que un niño de nueve años, algo que lo convierte en una verdadera sensación. Su dueña, Natalie Bowman, describe a Finn como un “gigante gentil” cuyo carácter es tan impresionante como su tamaño.

Su dueña afirma que pasear con Finn por las calles de San Carlos es todo un espectáculo. “La gente suele pensar que es un perro hasta que se acerca”. Su imponente estatura y su comportamiento tan dócil lo convierten en el centro de atención allá donde va. No es raro ver a personas sorprendidas que se detienen para conocer más sobre esta raza de gato.

Adoptado en 2017 como un pequeño gatito de tres meses, Finn creció rápidamente hasta superar con creces el tamaño típico de un gato doméstico promedio. Este crecimiento es característico de los Maine Coon, una raza que destaca tanto por su tamaño como por su naturaleza cariñosa.

La alimentación de un gato de gran tamaño

Cuidar a un gato tan grande como Finn implica responsabilidades adicionales, especialmente en su alimentación. Natalie invierte alrededor de 150 dólares al mes para mantenerlo bien alimentado, con comidas entre 3 y 4 veces al día. “Es un gran amante de la comida, siempre está listo para su próxima ración”, comparte su dueña.

La fama de Finn

Gracias a su tamaño y personalidad, Finn ha ganado fama más allá de su vecindario. Muchos lo comparan con un lince o un gato montés debido a su aspecto, pero su comportamiento es todo lo contrario: tranquilo, sociable y amigable. Esta combinación de tamaño, apariencia y carácter lo ha convertido en un fenómeno en redes sociales y en un símbolo de lo especial que puede ser un Maine Coon.