Las impresionantes alas del cóndor de California

Con una envergadura que puede alcanzar los 9 pies de ancho, este ave es el gigante de todas las especies de aves que hay en Norteamérica. La visión de un cóndor desplegando sus enormes alas es una auténtica maravilla para los amantes de las aves. Sin embargo, avistar a estas majestuosas aves en su entorno natural es un privilegio, ya que son una de las especies de aves más raras del mundo.

Históricamente, se informaron avistamientos esporádicos de cóndores en Arizona desde la década de 1880 hasta mediados de la década de 1920. Sin embargo, a fines de la década de 1930, estas aves ya no se veían fuera de California. Desde 1967, los cóndores han estado en la lista de especies amenazadas. Su población continuó disminuyendo hasta que alcanzó un punto crítico en 1983, cuando solo quedaban 22. Fue en ese año cuando se inició un programa de cría en cautividad para su conservación. Aunque la población de cóndores ha crecido desde entonces, todavía requieren protección. Por lo tanto, no te sorprendas si ves a un cóndor con un número de identificación; estos números permiten a los funcionarios del parque rastrear sus movimientos y ayudar en su conservación.

El Gran Cañón es uno de los lugares más destacados del mundo para observar a estas aves, que una vez dominaron los cielos del suroeste de los Estados Unidos. La mejor época para avistarlos es durante la primavera y principios del otoño, es decir, de abril a septiembre, cuando anidan en los acantilados del cañón. También es posible verlos en marzo y octubre. Sin embargo, los meses de mayo a julio ofrecen las mejores oportunidades para la observación. Los programas de guardaparques que se realizan a diario durante el verano permiten a los visitantes conocer más sobre los cóndores y admirarlos en su hábitat natural.