Restauración
Una madre y la hija restauran con bacterias los frescos de una iglesia de Valencia
El proceso de ‘biolimpieza’ lleva ya tres años de trabajo
En Valencia, una madre y su hija están devolviendo a la vida la iglesia de los Santos Juanes. Lo hacen con la ayuda de una bacteria entrenada para comerse el pegamento que dañó los frescos de la bóveda. Una restauración de lo más avanzada.Es la historia de Pilar, restauradora y de su hija, microbióloga. Sus caminos se encontraron en esta iglesia que se está dejando querer por sus conocimientos. Llevan tres años de trabajo, tres años deshaciendo las intervenciones dañinas de los años sesenta.
Después hay que quitar el pegamento que imprimieron a estos frescos del siglo XVIII y ahí entra en juego el laboratorio. Durante 24 horas se dejan crecer bacterias que se han alimentado con cola.
Que Mezcladas con un gel natural a base de algas se deja actuar durante tres horas. Si quedan restos de gel o pegamento, se retiran con pincel y agua. Biolimpieza que concluirá en un año y que ya está dejando ver pigmentos originales. Mientras, en el laboratorio se entrena ya a otras bacterias para limpiar grafitis dibujados con spray.
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