Premio literario
Marta Marín-Dòmine gana el Premi BBVA Sant Joan
La autora se alza con el galardón literario gracias a la novela «Diré que m’ho he inventat»
Con una novela sobre una relación entre una madre y una hija, más concretamente, entre una mala madre y una mala hija, en palabras de la editora Pilar Beltran, la escritora Marta Marín-Dòmine se alzó con el Premi BBVA Sant Joan, convocado por la Fundació Antigues Caixes Catalanes, con la novela «Diré que m’ho he inventat». La obra destacó entre las 97 presentadas a la edición de este año de un galardón que tuvo un jurado formado por Carme Riera, Najat El Hachmi, Valèria Gaillard, Francesc Serés, Roser Caminals y Joan Carles Sunyer, como secretario sin voto de un premio dotado con 35.000 euros libres de impuestos.
«Diré que m’ho he inventat» es la historia de Marina y de su hija única, dos mujeres que tuvieron una relación tensa y ambigua. Nunca se entendieron. Todo ello lleva al momento en el que la hija, vuelve al piso en el que vivió su madre, ya fallecida. Con estos materiales la autora ha querido construir una obra que se gira alrededor del olvido, como subrayó Marín-Dòmine en un encuentro con los medios tras conocerse el fallo del jurado.
Para la autora catalana y canadiense ganar este premio –que llega a su edición número 43– supone «proyección y visibilidad», además de un retorno simbólico a Cataluña tras haber pasado 23 años viviendo en Canadá.
La obra nació cuando la autora estaba en plena promoción del ensayo «Fugir era el més bell». Eran los días previos a Sant Jordi y Marta Marín-Dòmine estaba en París, en el momento en el que ardía la catedral de Notre Dame. «Yo estaba allí. Aquel escenario me parecía espectacular y empecé a interrogarme por las gárgolas. Esa misma noche empecé a escribir en un tono gótico y, después, comencé a leer a Lovecraft», apuntó la escritora.
En este proceso hubo una segunda parte marcada por la pandemia. «Decidí cambiar. La Universidad, en Canadá, estuvo cerrada año y medio. Decidí volver a Barcelona dejando mi casa de Toronto que recogió una amiga con las indicaciones que yo le daba», añadió. De este hecho, del estar también acompañada de objetos relacionados con su pasado, nació la segunda parte de la novela y «un relato que está basado en la realidad, un diálogo con aquella con quien no supe establecer una relación que se pudiera definir como ideal» .
La escritora quiso deshacerse de la etiqueta de «autoficción» y resaltó que la redacción del libro había sido difícil. Igualmente se refirió al hecho de que «a diferencia del anterior en el que evocaba una memoria, aquí hablo también de los beneficios de olvidar». Por que el olvido es uno de los puntos más importantes de esta novela, algo que no deja de ser irónico porque Marta Marín-Dòmine es en la actualidad la responsable del Born Centre de Cultura i Memòria en Barcelona.
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