La palabra de cuatro letras que consigue que los gatos hagan caso a sus dueños

Pese a que la fama del perro como mejor amigo del hombre es innegable y la mascota preferida entre muchos, hay quienes consideran tener un gato como parte esencial del hogar y su vida diaria en casa.

Pero educar a estos felinos es una tarea mucho más desafiante en comparación con los perros. Obtener un simple gesto como dar la pata o responder al nombre precisa de mucho trabajo de entrenamiento detrás y es un verdadero reto para cualquier dueño.

Los gatos, a diferencia de los perros, no poseen esa misma disposición natural para obedecer a un humano. Su comportamiento es más impredecible y son conocidos por sufrir cambios de humor repentinos. La independencia innata con la que han evolucionado los gatos complica aún más su adiestramiento.

Deja a la frustración que muchos tienen con sus felinos porque consideran que apenas les muestran afecto. Hay una palabra clave de cuatro letras que puede marcar la diferencia. Al igual que existe una palabra para ahuyentar a estos animales de compañía, hay otra que puede ser la clave para captar su atención.

La interjección en cuestión es "miso", según la Real Academia Española (RAE), una forma coloquial para llamar a los gatos. Pronunciarla con un suave siseo es importante para llegar a despertar en el felino un sentido de tranquilidad y confianza que le invite a acercarse.

Además del siseo, gestos como agacharse o acariciar suavemente con los dedos índice y corazón pueden incrementar las posibilidades de atraer al gato sin que se sienta intimidado o en peligro.

Esta palabra posee múltiples variantes y su uso puede variar según la región en España. Derivaciones como "misi", "misa" o "mis" podrían tener un efecto similar en el felino, dependiendo de la zona geográfica.