Tensión en Cáceres

El presidente de Asaja Extremadura amenaza con "abrir las colmenas" en forma de protesta

Su organización afirma que convertirá a Cáceres en "una jaula"

Tractorada contra la subida del gasóleo en Zaragoza
Imagen de una tractorada en ZaragozaTractorada contra la subida del gasóleo en Zaragoza

En una jornada marcada por intensas protestas agrarias en Cáceres, el presidente de Asaja Extremadura, Ángel García Blanco, ha generado polémica al amenazar con "abrir las colmenas" en caso de que la Delegación del Gobierno envíe agentes antidisturbios a reprimir las manifestaciones. Las tensiones alcanzaron su punto álgido este miércoles cuando alrededor de 600 agricultores y ganaderos, en su mayoría apicultores de la provincia, bloquearon las principales entradas a la ciudad cortando cuatro rotondas.

García Blanco expresó su firme oposición a la presencia de agentes antidisturbios y advirtió: "Si a algún antidisturbios se le ocurre salir, se van a abrir las colmenas; y las colmenas tienen abejas". Durante una rueda de prensa, el líder agrario hizo un llamado a la Delegación del Gobierno para que contenga la "fuerza bruta" y subrayó que la única defensa que les queda es la actuación con las colmenas.

¿Protesta biológica?

El motivo principal de las protestas radica en la entrada de sirope etiquetado como miel, procedente principalmente de otros países, incluido Portugal. Más de 100 vehículos, la mayoría de ellos camiones de apicultores de la comarca de Las Hurdes, participaron en la movilización que busca poner fin a lo que consideran una competencia desleal. Los manifestantes reclaman una modificación en el etiquetado de la miel para que se refleje claramente el porcentaje de procedencia de cada país.

La respuesta de algunos sindicatos de la Policía Nacional no se hizo esperar. JUPOL, uno de estos sindicatos, condenó las declaraciones de García Blanco calificándolas de "irresponsabilidad absoluta, lamentables y bochornosas". A través de su cuenta de X (anteriormente conocido como Twitter), JUPOL expresó su rechazo ante los intentos de "amedrentar" a los agentes antidisturbios que podrían ser desplegados para mantener el orden durante las protestas.

La tensión persiste en Cáceres, con los agricultores y ganaderos exigiendo medidas para proteger su sector y los sindicatos policiales manifestando su descontento ante las amenazas del líder de Asaja Extremadura. La situación plantea un desafío para las autoridades, quienes deberán gestionar el conflicto de manera que se preserve la seguridad pública y se atiendan las demandas legítimas de los manifestantes.