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¿Por qué se dice "poner los cuernos" ante una infidelidad? Descubre el origen y la historia

El enigma detrás de la expresión "poner los cuernos" para referirse a la infidelidad no solo persiste en España, sino también en otros países de habla hispana

¿Por qué decimos “poner los cuernos” ante una infidelidad?
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Las intrigantes teorías que buscan explicar el origen de la expresión "poner los cuernos" para referirse a la infidelidad no solo son un enigma en España, sino que también se extienden a otros países de habla hispana, según infoalimentos.org. A lo largo del tiempo, diversas hipótesis han surgido al respecto, ofreciendo perspectivas interesantes que, aunque no concluyentes, resultan dignas de consideración.

Es fundamental destacar que la metáfora de "cuernos" para describir la infidelidad no es exclusiva del español; idiomas como francés, italiano y portugués utilizan expresiones similares. Por ejemplo, en francés, se dice "mettre des cornes" para referirse a la infidelidad, mientras que en portugués, la expresión "pôr chifres" comparte un significado análogo. Dicho esto, varias teorías han tratado de arrojar luz sobre el origen de esta expresión peculiar.

Una teoría popular sugiere que la conexión con el mundo animal, específicamente con los toros, podría explicar el uso de "poner los cuernos". Se postula que la imagen de dos toros desafiándose al levantar sus cuernos inspiró la metáfora de un hombre desafiando a otro por el amor de una mujer, como si estuvieran en una pelea de toros.

Otra perspectiva propone un origen mitológico, vinculándolo a la antigua mitología griega. Según esta teoría, la diosa Hera, al descubrir la infidelidad de Zeus con Io, le colocó cuernos como castigo. La expresión "poner los cuernos" se interpretaría, entonces, como una referencia a engañar a la pareja, similar a lo que ocurrió con Zeus y Hera.

Una hipótesis medieval plantea que, durante la Edad Media, los hombres ausentes por guerras o viajes permitían a las mujeres tener relaciones extramatrimoniales. Al regresar, descubrían la infidelidad, y la expresión se asociaría a la idea de que otro hombre ha estado "pastando" en su "territorio", como un toro traicionado.

Algunos estudiosos sugieren una conexión con la tradición celta, donde los novios llevaban cuernos en sus bodas como símbolo de fertilidad y poder. Esta práctica se asociaría con la protección contra la infidelidad, originando la expresión "poner los cuernos".

Una última conjetura se remonta a la Inquisición española, cuando aquellos acusados de adulterio eran obligados a llevar cuernos de animal como señal de su infidelidad. La expresión podría haber surgido de la idea de que los infieles eran castigados de esta manera.