Opinión

¿Quién es el Coronel Pérez de los Cobos?

Un recuerdo de una experiencia vivida en 1997

El coronel Diego Pérez de los Cobos
El coronel Diego Pérez de los Cobosjf LargoLa Razón

Era la noche del 23 de septiembre de 1997 cuando en un hotel de Bilbao estábamos reunidos un grupo de abogados con nuestros representados, todos ellos guardias civiles. Preparábamos alrededor de una mesa la última sesión del juicio por diversos delitos, entre ellos torturas instadas por el conocido terrorista de ETA Kepa Urra tras su detención. ETA había dado la orden de denunciar sistemáticamente a los guardia civiles que participaban en las operaciones.

No era fácil encontrar abogados voluntarios para ir a defender a las fuerzas de seguridad al País Vasco. Tuve que tirar de excelentes compañeros de despacho, algunos de ellos familiares.

Recuerdo que estábamos analizando el traje que usaban en la UEI (Unidad Especial de Intervención) lo que iba a ser una prueba relativa las heridas que decía haber padecido Kepa Urra en la detención. Uno de esos guardias civiles era el por entonces Capitán Diego Pérez de los Cobos. Yo era su abogado. Noté que tanto él como el resto de sus compañeros no estaban atentos. Permanentemente hablaban entre ellos, sonaban los móviles, y un teléfono fijo que teníamos en la sala del hotel.

De repente, uno de ellos dijo: «ahora ahora, vamos fuera». Salieron todos corriendo hacia una calle muy próxima al hotel. Inconscientemente los abogados salimos detrás de ellos. Nos paramos en una esquina cuando oímos un intenso tiroteo. Una unidad de la Guardia Civil tenía vigilados a Salvador Gaztelu, «Andoni» y a José Miguel Bustinza «Iván». Al parecer se supo que iban a atentar de forma inmediata contra un objetivo. Eran dos miembros expertos e importantes del reconstituido Comando Vizcaya. Al darles el alto los terroristas dispararon vaciando los cargadores, los guardia civiles se defendieron, uno de los terroristas murió de inmediato, y al otro lo vimos agonizando a nuestros pies. Los propios guardias, entre ellos el entonces Capitán Pérez de los Cobos, ayudaron a subirlo a la ambulancia.

De inmediato decenas, centenares de personas empezaron a llegar al lugar de los hechos, gritos, insultos… Volvimos al hotel.

Lo que sucedió al día siguiente desde nuestra llegada a la Audiencia Provincial de Bilbao, los miles de personas acosándonos y lanzándonos de todo, hasta lo que sucedió dentro de la Sala, prefiero olvidarlo porque es una de las peores experiencias que he tenido en toda mi vida profesional. Pese a todo, y como no podía ser de otra manera, Pérez de los Cobos fue absuelto.

Años más tarde vi la declaración del ya Coronel en el juicio del 1-O. Era el mismo hombre al que yo defendí, valiente, honesto, inteligente y sin complejos, pero esto es otra historia.

De lo vivido entonces a muchos les quedaron secuelas de por vida, a mi una vacuna contra el miedo. Al entonces Capitán Pérez de los Cobos y al resto de guardias civiles la satisfacción del deber cumplido, la victoria frente a ETA, junto al dolor por las muertes y las injusticias. Algunas de estas continúan.