Historia viral

El restaurante que tiene a abuelas de todo el mundo como cocineras

Enoteca María ofrece cada día un menú distinto elaborado por una señora de avanzada edad que prepara caseramente recetas de su país de origen

Una de las abuelas cocina en el restaurante Enoteca María
Una de las abuelas cocina en el restaurante Enoteca María RedesRedes

El restauranteitaliano, Enoteca María, ofrece una carta dividida en dos. Por un lado, platos italianos preparadas por chefs profesionales de su plantilla, y, por el otro, recetas internacionales preparadas por abuelas de todo el mundo.

Cada noche, una "nonna" (abuela en italiano) diseña un menú de su país originario que preparará ella misma con ingredientes auténticos y las formas de cocinar tradicionales.

Comida casera de abuelas de distintos puntos del planeta que se puede encontrar en el barrio de St. George en Staten Island (Nueva York). El propietario, Joe Scaravella, se mudó a esta zona de Nueva York desde Brooklyn en el año 2006 por un capricho. Buscando una casa en la que invertir, encontró levantada en una colina una cabaña con los interiores realizados en madera de nogal y vistas panorámicas. La compró y allí se mudó.

Pocos después, mientras buscaba un día cualquiera una panadería en la que comprar pan, vio una tienda abierta en la calle Hyatt y allí acabó abriendo Enoteca María. Ese momento vital de Scaravella estaba atravesado por la reciente pérdida de su madre, María, después de las de su hermana y su abuela. La denominación del restaurante es un homenaje a ella.

"Después de perder todas esas figuras matriarcales en mi vida", declaró a The New York Times, "quería tratar de recrear eso, ya sabes, la abuela en la cocina cocinando".

Además, no tenía una plan de negocio cuando decidió abrir las puertas del establecimiento, pero tampoco experiencia en restaurantes. Durante la mayoría de su vida había trabajado para la Autoridad Metropolitana de Transporte de la ciudad. "Solo estaba tratando de consolarme", explicó al citado medio neoyorquino. quien llamó al restaurante en honor a su madre.

Así, por su restaurante continúan pasando señoras japonesas, de Sri Lanka, armenias, de Filipinas, rusas y polacas y sirven en él desde cabeza de oveja o hígados de pollos hasta sopa de gyozas de camarones, bacalao y, por su puesto, raviolis.