
Belleza
El tratamiento imprescindible para preparar tu cuerpo para el sol, el calor y el bronceado
El renovador epidérmico corporal de Cristina Galmiche rejuvenece, suaviza y fortalece la piel desde la primera sesión. Ideal para lucir una piel luminosa y uniforme en verano

El verano ya está aquí y con él llegan los días de sol, playa, piscina y ropa ligera. Para disfrutar de esta temporada con una piel saludable, protegida y lista para broncearse, Cristina Galmiche, reconocida especialista en el cuidado de la piel con más de 38 años de experiencia, lanza su propuesta estrella: el renovador epidérmico corporal, un tratamiento intensivo que mejora visiblemente la textura, la firmeza y la luminosidad de la piel desde la primera sesión.
Con un enfoque global y resultados inmediatos, este tratamiento está diseñado para preparar el cuerpo frente a los efectos del calor, el cloro y los rayos solares. “Una piel que se expone al sol sin estar preparada es una piel vulnerable. Por eso este tratamiento no es un lujo, es una inversión en salud cutánea. Nos ayuda a llegar al verano con una piel fuerte, oxigenada y luminosa, lista para broncearse sin sufrir”, afirma Galmiche.
El tratamiento, que tiene una duración de 60 minutos, combina exfoliación profunda con sales marinas, una envoltura remineralizante a base de algas y un masaje reductor y drenante con activos reafirmantes y calmantes. Esta combinación favorece la eliminación de toxinas, estimula la renovación celular y fortalece el tejido cutáneo, dejando una piel suave, tonificada y rejuvenecida.
“El contraste entre las diferentes fases del tratamiento – de la fricción de una potente exfoliación al fuerte masaje manual en piernas, abdomen, brazos y espalda, hasta llegar al momento relax y détox gracias a la combinación de activos altamente calmantes y al efecto calor que experimenta nuestro cuerpo-, hace que salgamos del tratamiento con sensación de estar flotando”, explica la experta.
Además de sus efectos visibles en firmeza y tono, el renovador epidérmico corporal actúa como anticelulítico y está especialmente indicado para pieles sensibles, secas o con afecciones como dermatitis o psoriasis.
La mejor forma de empezar el verano
Más allá de su efecto estético, el tratamiento cumple una función clave: preparar la piel para el bronceado. Al estimular la renovación celular, ayuda a conseguir un tono más uniforme y duradero, al tiempo que refuerza la barrera cutánea contra las agresiones externas típicas del verano como el sol, el cloro o el salitre.
“El sol no es el enemigo si tratamos la piel con respeto. Con este tratamiento conseguimos un lienzo perfecto, limpio y equilibrado, para que el verano sea una experiencia de belleza y bienestar, no de agresión”, concluye Cristina Galmiche.
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