Cumbre en Bruselas
Ucrania se comprometerá a implantar una serie de reformas para poder entrar en la OTAN
Los aliados reiteran su apoyo militar al país invadido por Putin a pesar del estancamiento en el campo de batalla
Mientras la guerra continúa y la noticias en el campo de batalla no son las mejores, Ucrania sigue luchando para ser admitida en las instituciones occidentales y quedar resguardada bajo el manto protector de la OTAN y su cláusula de de defensa colectiva. Este miércoles tendrá lugar el primer encuentro del Consejo OTAN- Ucrania a nivel ministerial con la presencia del titular de Exteriores ucraniano Dimitró Kuleba y se espera que esta reunión concluya con la firma de un documento de reformas a las que se compromete Ucrania para poder ser un miembro de la Alianza en un futuro que no parece nada cercano. El camino continúa siendo pedregoso.
En la pasada cumbre celebrada en julio en Vilna, los 31 miembros de la Alianza rechazaron ofrecer una invitación clara para que Kyiv se convierta en socio de la organización multilateral y los ánimos no han cambiado demasiado ni parece que vayan a hacerlo en los meses venideros. Como regalo de consolación, los miembros de la Alianza ofrecieron a Kyiv un proceso rápido de tan solo un escalón en vez del habitual de dos que incluye el denominado Plan de Acción para la Adhesión (MAP por sus siglas en inglés) y que suele durar mucho más tiempo.
Debate desde George W. Bush
En realidad, el debate sobre la pertenencia de Ucrania a la OTAN comenzó hace 15 años y las discusiones siempre han sido tumultuosas. Entre el 2 y 4 de abril de 2008, los miembros de la OTAN se reunieron en Bucarest en el que fue el último encuentro con George W. Bush como presidente de EE UU antes de la elección de Barak Obama. Consciente de esta situación, el entonces inquilino de la Casa Blanca quiso aprovechar esta cumbre para mirarse en el espejo de la Historia y construir su legado, al menos en lo que respecta a la arquitectura de seguridad en Europa. En este encuentro de alto nivel se dieron pasos para que Albania, Macedonia y Croacia formaran parte de la OTAN y también se ideó una pirueta diplomática que el tiempo ha demostrado arriesgada. Mientras EE UU era partidario de que la ampliación de la Alianza incluyera a Ucrania y Georgia, Francia y Alemania temían la respuesta airada de Rusia que siempre consideró como una traición las ampliaciones de la OTAN posteriores a 1997 y que incluyeron a antiguos países del Telón de Acero.
Al final, se llegó a la típica componenda de la política internacional. Una declaración abrió la puerta a que estos dos países de la antigua órbita soviética formaran parte en un futuro de la organización militar, pero en el texto consensuado en ningún momento se aprobó que esta decisión fuera seguida de medidas concretas. Ucrania quedó desde entonces sumida en un inquietante limbo de seguridad, con importantes capas de la población mirando a Occidente, mientras Rusia seguía luchando para no perder influencia.
La cumbre de Vilna de julio pasado tenía como objetivo “superar el lenguaje de Bucarest” según la expresión habitual en los pasillos de la Alianza, pero nada indica que las posiciones hayan cambiado estos meses y ahora tampoco EE UU quiere abrir las puertas a Ucrania. La gran prioridad sigue siendo ganar la guerra, en un momento en que la ofensiva militar de las tropas ucranianas está siendo mucho más lenta de lo esperado y el Partido Republicano estadounidense y algunos socios europeos como Hungría y Eslovaquia están poniendo en cuestión la ayuda armamentística al país invadido por Vladimir Putin, mientras el foco internacional se dirige también al conflicto entre Oriente Medio y Hamás.
Esta cita de los ministros de Exteriores de la Alianza tiene como objetivo disipar estos temores. “Vamos a reafirmar nuestro apoyo a Ucrania que sigue enfrentándose a la guerra de agresión por parte de Rusia”, ha asegurado este martes en la primera jornada de la reunión el secretario estadounidense de Estado, Antony Blinken. Kuleba también ha asegurado que no siente “ninguna presión” por parte de los aliados para iniciar negociaciones con Rusia. La OTAN sigue manteniendo que esa decisión corresponde tomarla al gobierno ucraniano.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha recordado que en los últimos días los socios han seguido anunciando nuevos compromisos respecto a Ucrania como los 8.000 millones extra de Alemania o los 2.000 millones de Países Bajos. Además, hace dos semanas se estableció en Rumanía un centro para entrenar a los pilotos de cazas F16 y más de veinte países han puesto en marcha una coalición para coordinar la ayuda sobre defensa aérea
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