América Latina
Bolsonaro busca calmar a camioneros que bloquean carreteras
Bolsonaro se reunió con varios camioneros en Brasilia y también buscó el consejo del expresidente Michel Temer, quien desactivó la huelga de camioneros de 11 días en 2018 que paralizó a la nación
(AP). Gran cantidad de camioneros paralizaron el tránsito en las autopistas de muchos estados brasileños el jueves en una muestra de apoyo al presidente Jair Bolsonaro, quien les pidió que desistieran y más tarde emitió una declaración inusual en la que se retractó de sus comentarios que avivaron las tensiones políticas.
Bolsonaro convocó a sus simpatizantes el martes para que coincidiera con el Día de la Independencia y mostrar fuerza, en un momento en que sus índices de aprobación caen y está enfrentado con el Supremo Tribunal Federal. Dos días después, algunos camioneros seguían movilizados, lo que generó inquietud de que Bolsonaro pudiese haber perdido el control de algunos de sus partidarios más fervientes tras incitarlos.
Muchos camioneros protestaban contra el máximo tribunal del país en causa común con el presidente derechista, que ha culpado a los magistrados de oponerse a su iniciativa para que haya una reforma al sistema de votación del país y de supervisar lo que, según él, son investigaciones y detenciones políticas.
Bolsonaro se reunió el jueves con varios camioneros en la capital Brasilia y también buscó el consejo del expresidente Michel Temer, quien desactivó la huelga de camioneros de 11 días en 2018 que paralizó a la nación. Ese episodio demostró la dificultad de las negociaciones, debido a que muchos conductores son independientes o pertenecen a distintos sindicatos.
En la víspera, los camioneros dudaban de la autenticidad de un mensaje de audio grabado por el presidente, en el que les pedía que desistieran y expresaba inquietudes en torno a que los bloqueos podrían azuzar aún más la inflación y provocar escasez.
Su ministro de Infraestructura, Tarcisio Gomes de Freitas, grabó un video el miércoles por la noche para asegurarles que el mensaje presidencial era auténtico.
El Ministerio de Infraestructura tuiteó el jueves por la tarde que los camioneros estaban concentrados en las autopistas federales de 13 de los 27 estados de Brasil, una disminución con respecto a los 15 del día anterior. Señaló que ninguna de las manifestaciones seguía bloqueando el tránsito por completo.
“El gobierno parece estar bien posicionado para poner la situación bajo control, sin que se reporten cuellos de botella significativos. Sin embargo, el episodio deja entrever un problema más grande: Los desafíos que enfrenta Bolsonaro para controlar a los miembros más radicalizados de su base de apoyo”, escribió Carlos Nepomuceno, analista brasileño de la consultora de riesgo político Eurasia Group, en una nota enviada por correo electrónico.
Durante las protestas del 7 de septiembre, Bolsonaro señaló que ya no acatará ninguna decisión del magistrado Alexandre de Moraes, quien está supervisando una investigación sobre la propagación de presuntas noticias falsas, enfocada en el mandatario y en dos de sus hijos. Ello provocó que el presidente del Supremo Tribunal Federal, Luiz Fux, emitiera una dura respuesta, señalando que tal incumplimiento, o el estímulo a otros para desobedecer los fallos, constituiría un delito que podría merecer un juicio político. Por primera vez, los políticos de centro empezaron a plantear públicamente la posibilidad de respaldar los procedimientos de juicio político.
En una “Declaración a la Nación” de 10 puntos publicada el jueves por la tarde, Bolsonaro se dijo arrepentido de sus continuos ataques contra el Supremo Tribunal, pero no llegó a emitir una disculpa en forma.
“Las personas en cargos de poder no tienen el derecho de ‘empujar los límites’ hasta el punto de perjudicar la vida de los brasileños y la economía”, señala su comunicado. “Quiero declarar que mis palabras, en ocasiones categóricas, fueron fruto del calor del momento y de los enfrentamientos que siempre tuvieron como objetivo el bien común”.
La huelga de los camioneros de 2018 provocó que aumentaran los precios de alimentos, que las estanterías de los mercados de comestibles se vaciaran de algunos productos y que las gasolineras se quedaran sin combustible. Causó miles de millones de dólares en pérdidas y puso de manifiesto el enorme poder que poseen los camioneros organizados.
El jueves, la policía federal seguía trabajando en todo el país para retirar los bloqueos, y había reportes de que aún había embotellamientos de tránsito provocados por los camioneros en varios estados.
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