Política

Andalucía

Chaves tacha de «acto de campaña» su citación en la comisión de la Faffe y se va

Vox lo denuncia por desobediencia. Griñán, Díaz y Montero no acuden al Parlamento y algunos grupos estudian la viabilidad de emprender acciones jurídicas contra todos por su actitud

El ex presidente de la Junta de Andalucía Manuel Chaves, ayer en la comisión de investigación sobre la Faffe
El ex presidente de la Junta de Andalucía Manuel Chaves, ayer en la comisión de investigación sobre la FaffeManuel OlmedoManuel Olmedo

¿Puede decir un Boletín Oficial de la Junta (BOJA) en el que se publicaran los méritos para entrar a trabajar en la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe), o no porque no hay ninguno, salvo ser amigo o tener el carnet del PSOE? ¿Por qué de las tres maneras que había de gestionar las competencias de empleo, eligió mediante una fundación, que es la que reducía a la mínima expresión el control de dinero público? Preguntas como éstas, que había preparado en concreto el equipo de Ciudadanos (Cs) liderado por Teresa Pardo y Juan de Dios Sánchez, son las que no contestó ayer el ex presidente del Gobierno autonómico, Manuel Chaves, quien acabó recogiendo la carpeta con folios que llevaba para abandonar la sala de la comisión que investiga la gestión de esa extinta fundación que saltó a los titulares nacionales por pagos en prostíbulos con cargo a sus tarjetas bancarias.

Como se preveía, fue el único en acudir a la Cámara, pese a que la comisión anunció que había emplazado además a los ex presidentes José Antonio Griñán y Susana Díaz, y a la ministra de Hacienda María Jesús Montero. Lo hizo para tildar de «insólito» en la trayectoria del Parlamento regional que se hubiera citado a un ex presidente de la Junta «72 horas antes de la fecha electoral». En una breve pero contundente intervención, el socialista dijo sentir que había sido «manipulado» e «instrumentalizado» y que no se había tenido con él «deferencia democrática». «¿Qué necesidad imperiosa existía para citarme 72 horas antes de la fecha electoral?», se preguntó, para llamar la atención con cierta ironía sobre el hecho de que «la única actividad» que había en el Parlamento esta semana era la comisión de investigación –el Pleno se ha suspendido–. Y no se quedó ahí. Chaves defendió tener la sensación de estar asistiendo a «un acto de campaña electoral». Admitió que el Reglamento parlamentario y la norma no impedían su llamamiento, pero matizó no creer que los legisladores al redactarla pensaran que se pudiera citar «72 o 48 horas antes» de unos comicios. En opinión del ex presidente, la democracia es el respeto a «los derechos de los ciudadanos y a ser citado con razones y en un ambiente ético», al «derecho a las minorías», a «la acción de control del Gobierno, no al revés»; y a «las reglas democráticas convencionales o no, escritas o no», como las que consideró que se transgredieron con él ayer. Afirmó, asimismo, que se había «roto arbitrariamente» el «principio fundamental» de «la neutralidad política de las instituciones democráticas».

Por esas razones se acogió a su derecho a no declarar, tras recordar que ya ha participado en varias comisiones y augurar que su nombre saldrá en más, «dada la utilización que hay siempre de la herencia recibida». Trasladó a los parlamentarios presentes que estará a su disposición, «siempre que sea no para ser utilizado torticeramente, sino para investigar la verdad». Luego llegó la tensión. Quiso no sólo guardar silencio él, sino que lo hicieran los diputados que tenían que lanzar sus interrogantes al entender que «violentaban» su derecho a callar. Mantuvo una agria discusión con el presidente de la comisión, Enrique Moreno, de Cs, quien le instó a permanecer allí durante la intervención de sus señorías y le espetó que las normas de funcionamiento de la comisión fueron aprobadas por la unanimidad de todos los grupos, incluido el PSOE. Le retiró la palabra a Chaves, al que se le oyó repetir sin micrófono que «estaba siendo coartado», y acabó suspendiendo la sesión.

Por lo que respecta al resto, Moreno reconoció que Griñán no ha recibido la citación formal «en el plazo legalmente establecido en el Reglamento». En relación a Díaz, se le ha intentado notificar por dos vías: la de su grupo, que se desentendió, y en su domicilio, hasta donde se le hizo llegar en dos ocasiones un burofax, pero no estaba, por lo que el propio presidente de la comisión la avisó por whatsApp de que tenía la citación en correos. Montero ha esgrimido dictámenes del Consejo de Estado que la comisión entiende que no le son aplicables al no requerirse su presencia como ministra, sino como ex consejera andaluza. Según fuentes parlamentarias, los tres volverán a ser citados y partidos como PP y Cs estudiarán si «es viable algún tipo de iniciativa jurídica» por la actitud de los cuatro ante la comisión, mientras Vox presentó una «denuncia» contra Chaves por un presunto delito de desobediencia.