«Canal Sur ha tenido excesiva dependencia política. Gaspar Zarrías era un controlador»

El Barómetro Audiovisual de Andalucía, que se publicará antes de que acabe el año, calibra el uso que los andaluces hacen de los medios audiovisuales. La irrupción de internet disparó las dificultades para controlar si las emisiones son adecuadas. Antonio Checa (Jaén, 1944) quiere introducir nuevas preocupaciones en la encuesta anual, como el auge de la ludopatía en los jóvenes. Apunta a la necesidad de «concienciar» y elaborar una Ley del juego, donde se limite, por ejemplo, que los famosos hagan publicidad de casas de apuestas.

Ponerle coto a internet no parece posible.

Preocupa mucho en el conjunto de Europa toda la cultura que nos llega vía internet porque, además, lo hace con una rapidez asombrosa. En un periódico o en la televisión existía un derecho de réplica. ¿Qué tenemos contra las noticias falsas? Se multiplican, no las podemos controlar. La multiplicación de la desinformación es un fenómeno preocupante, pero muy difícil para un consejo como el nuestro, que no es ni siquiera estatal.

¿Tiene sentido entonces el Consejo Audiovisual de Andalucía?

Debemos tener uno estatal, somos el único país europeo que no lo tiene. Eso no quita que una comunidad amplia como la nuestra tenga problemas específicos, que debemos tratar.

¿Cuáles son esos problemas?

Le pongo un ejemplo: hemos tenido el juicio del niño Gabriel en septiembre. Nos llamó la madre pidiéndonos ayuda para que los medios no se desbordaran, como ocurrió cuando lo mataron. No ponemos multas, pero intentamos ayudar. En el tema del juego, el Consejo consiguió que la publicidad esté prohibida en los medios andaluces, salvo en horario de madrugada.

¿Cree que se debe detallar si una mujer asesinada por violencia de género había denunciado a su agresor?

¿Es un dato informativo clave que la mujer lo hubiera denunciado o no? Yo creo que no. Parece que al no denunciarlo parte de la culpa se le echa a la mujer. En no denunciar influyen muchos aspectos como la presión familiar.

¿La libertad de expresión está en entredicho?

La libertad de expresión es como una flor que hay que cuidar siempre. Estamos en una situación en España en la que los medios estamos a la defensiva porque hay intereses económicos atroces. La publicidad está influyendo poderosamente coaccionando a los medios.

Cuando un político expresa unas ideas que atentan contra los derechos fundamentales de las personas, ¿eso es libertad de expresión?

Un político puede decir lo que le dé la gana. Si en un mitin se le calienta la boca y dice una barbaridad, ahí está el periódico para ver si es verdad.

Le cito un hecho concreto: el acto de campaña de Vox delante de un centro de protección de menores incitando contra ellos.

Horrible. Aquello me pareció extemporáneo dentro de una campaña electoral. Ahora, el consejo ahí no entra, si entramos en eso, entramos en todo. A mí no me gusta que se haya prohibido la presencia de determinados medios en actos de partido, como tampoco en Cataluña que hayan puesto en la picota a seis periodistas por no ser independentistas. Eso sí es denunciable por parte del Consejo.

¿Los medios públicos tienen que existir?

Que un Ayuntamiento tenga un boletín para decir lo que hace me parece bien, siempre que sea plural, no solo portavoz del señor alcalde. Son compatibles los medios oficiales públicos con los medios privados.

Públicos no significa oficiales, porque parece que en Andalucía han sido oficiales mucho tiempo.

Públicos, pero no oficiales, efectivamente, esa es la idea. Nosotros hemos hecho denuncias de órganos que estaban demasiado al servicio de la Corporación municipal. Creo en la necesidad de los medios públicos siempre que sean efectivamente públicos y no de bando del que gobierna. Eso siempre será una batalla.

En el caso de Canal sur, que es la radiotelevisión de todos los andaluces, ¿cree que ha estado cumpliendo su función? ¿Ha sido una pública y plural?

Yo con Canal Sur tengo una ambivalencia: me parece un instrumento necesario y ha contribuido mucho a unirnos a los andaluces. Hay un aspecto positivo en divulgar lo andaluz, con un pequeño pero: una tendencia fuerte a lo folclórico. El aspecto político es más preocupante porque históricamente ha estado adicto al partido que ha gobernado. En Andalucía tenemos una situación atípica: desde que se constituye Canal Sur hasta hace unos meses el partido que ha gobernado ha sido el mismo, por tanto, en el aspecto político sí ha presentado serias carencias. En alguna etapa más, pero en general hay un déficit de pluralismo político.

¿En qué etapas fue más claro?

Hombre, hubo una persona, que es Gaspar Zarrías, que era un controlador aéreo. Hay etapas más duras y otras más tolerantes. Canal Sur es un instrumento probablemente imprescindible para construir Andalucía, en el aspecto cultural, social... hasta deportivo. Hay una labor muy positiva de Canal Sur, pero con esa tara de que ha tenido excesiva dependencia del poder político.

Dice que los andaluces se quejan poco formalmente; de boquilla, mucho.

Hay que luchar contra eso. Nos quejamos formalmente poco y nos quejamos mucho en la cafetería. Hay que decirle a la gente, quéjese, que sirve.

¿El Consejo Audiovisual está politizado?

Es un debate eterno en el que es difícil tomar una parte u otra. Lo mejor es que los partidos fueran suficientemente generosos para no elegir miembros de su partido, si no profesionales relevantes, que puedan ser más o menos de su esfera de simpatía, pero independientes. Si un partido elige a políticos para un organismo de estos lo desvirtúa.

Llama la atención en este caso el trasvase de consejeros de la RTVA al Consejo Audiovisual, incluyendo al ex subdirector general.

Joaquín (Durán) es un buen profesional. En el caso de Pilar (Jimeno) y Mateo (Risquez) (elegidos por el PP) son periodistas. Otra cosa es que sea alguien que no tiene nada que ver con la profesión, eso es lo que creo que no tiene sentido. ¿Cuántos consejeros hay en el Consejo de Administración de Canal Sur que no han tenido nunca conexión con la profesión?