Literatura

Literatura

Educación emocional: una asignatura pendiente

La nueva obra de Rut Nieves, «Naciste para disfrutar», llega a las librerías

La escritora y «coach» Rut Nieves, antes de presentar su nuevo libro «Naciste para disfrutar»
La escritora y «coach» Rut Nieves, antes de presentar su nuevo libro «Naciste para disfrutar»larazonKe-Imagen

«¿Qué es quererse a sí mismo?», «no lo sé, mamá. Estoy aprendiendo». Así recordó Rut Nieves una conversación con su madre al inicio de convertirse en «coach» o, como se define ella, «arquitecta de emociones».

La escritora, que ya lleva cuatro libros a sus espaldas, acaba de presentar su último libro «Naciste para disfrutar», posiblemente el más especial para ella, puesto que, asegura, «por primera vez me atrevo a decir lo que pienso sin filtros». ¿Por qué? La profundización en las relaciones de pareja y sobre todo en la sexualidad, base para «vivir la vida a la que aspiramos conectando nuestras intenciones y necesidades con el corazón».

En una sociedad en la que se prioriza el trabajo al corazón, esto pasa factura a las relaciones interpersonales que establecemos con nuestras amistades, parejas e incluso con nosotros mismos. A esto, Rut sugiere el acercamiento al libro como una oportunidad para desprenderse de todas aquellas creencias tradicionales sobre las relaciones con las que se nos bombardeó desde la infancia partiendo desde una premisa fundamental: el amor propio.

Según Rut Nieves, el «autoamor, el autorreconocimiento a nosotros mismos» nada tiene que ver con la educación sobre el único modelo de relación posible con el que hemos crecido: la dependencia emocional. Generalmente, para la autora y «coach», los problemas con los que nos encontramos en el transcurso de una relación sentimental en forma de ira, tristeza o sufrimiento se pueden traducir en carencias que se han vivido desde la infancia o «emociones reprimidas» que van apareciendo hasta la adultez al desatarse un episodio negativo con tu pareja. Para Rut, el usual «no es para tanto» significa que precisamente «es para tanto lo que tienes guardado» debido a la función de las parejas de ser «espejo» y «detonador» de aquellas emociones que aún no han sido sanadas. Por lo tanto, lo que busca Rut en la lectura de su nuevo libro es liberarnos de prejuicios morales que limitan las relaciones conscientes en base a una forma de pensar «pro-sufrimiento anti-disfrute» mediante la técnica de «hacernos preguntas» y darnos una oportunidad para «descubrirnos» porque, al responderlas, «cada uno encontrará su libertad». Pero, aunque hablar con la boca llena sobre el la autocomprensión, el amor propio y las relaciones sanas parezca sencillo, Rut es consciente de que la asignatura pendiente de la sociedad es la falta de educación afectiva, emocional y sexual, basada actualmente en la pornografía «mainstream». Por esta razón, rechaza la campaña del «pin parental» impulsada por el grupo parlamentario andaluz de Vox sobre la libertad de decisión de los padres respecto a que sus hijos e hijas reciban actividades sobre género y sexualidad, calificando de «urgente» la educación sexual y afectiva como asignatura obligatoria para niños y padres.

La autora aboga además por una formación sexual consciente «desde los primeros años» como arma contra la intolerancia que no se nutra de la pornografía, porque sin ella «los abusos sexuales y la violencia de género serán imposibles de frenar».