Andalucía

Moreno a Díaz: «Sólo 28 palabras de su buena amiga Montero le han desmontado el discurso»

La «intervención» de la comunidad marca su último «cara a cara» del año, con lazos blanquiverdes incluidos. El popular garantizó que no respaldarán un Gobierno de Sánchez con Iglesias como vicepresidente y el apoyo independentista

En la imagen, la socialista Susana Díaz gesticula hablando con el presidente de la Junta, Juanma Moreno, ayer en el Parlamento autonómico
En la imagen, la socialista Susana Díaz gesticula hablando con el presidente de la Junta, Juanma Moreno, ayer en el Parlamento autonómicoJulio MuñozEFE

Era jueves y tocaba armar discursos alrededor del combate parlamentario entre el presidente de la Junta, el popular Juanma Moreno, y su antecesora en el cargo, la socialista Susana Díaz. Un habitual gasto de energías sin mayores consecuencias que suele ser un recordatorio de agravios. Con todo, hubo singularidades: la Cámara acogía la última sesión de control al Gobierno de 2019 y sorprendieron un apagón lumínico y lazos no amarillos. Los diputados de PP y Cs los lucieron en la solapa blanquiverdes para protestar contra el Ministerio de Hacienda por impedir que la comunidad financie su deuda en los mercados.

Y ese conflicto, el abierto entre el Ejecutivo regional y el departamento que dirige María Jesús Montero, acabó siendo el foco en la contienda verbal que protagonizaron Díaz y Moreno. La pregunta de la primera era otra vez sanitaria, en concreto sobre el cierre de centros de salud por las tardes durante la Navidad, pero arrancó su intervención calificando de «indigno» que se «mintiera» al aseverar que «Andalucía está intervenida cuando realmente no lo está». Luego le lanzó a Moreno que podía «manosear la bandera» de la comunidad, pero no negar que es presidente «gracias a un grupo parlamentario que no cree en la autonomía», en alusión a Vox, cuyos integrantes no se colocaron el mencionado lazo.

La socialista avisó al popular de que «no es bueno» para la región el que se haya cuestionado «la solvencia financiera de la Junta», como, según ella, él «ha hecho a lo largo de esta semana». A su juicio, el «espectáculo» y el «esperpento» impulsados desde el Gobierno autonómico «es un daño irreparable a la salida en los mercados que reivindican». Planteó que «si en diez días Andalucía cumple con el objetivo de déficit», puede hacerlo, y se preguntó el motivo de la actuación de Moreno. Se autorrespondió: «Puede ser como coartada a la estrategia de Pablo Casado y el PP o para tapar lo que será el objetivo de déficit del presente año, de su responsabilidad».

El máximo dirigente de la Junta tomó la palabra para advertirle de que no iba a admitir «lecciones sobre negociaciones con grupos políticos» del PSOE que lo está haciendo con el que «ha estado legitimando la violencia terrorista de ETA como es Bildu». «Debería intentar influir en algo en la dirección de su partido a ver si cambia al menos esas negociaciones con Bildu y con ERC», espetó a la socialista. Entonces se centró momentáneamente en la sanidad, para echar en cara a Díaz sus «recortes brutales» desde 2010 hasta 2016, decisiones fallidas como las fusiones hospitalarias o el «enorme déficit» en materia de infraestructuras que padece la región. Admitió que su Ejecutivo sabe que no es suficiente con «los 11.000 millones más» que han invertido ni con «los 4.600 nuevos profesionales contratados», si bien sostuvo que «es difícil hacer mucho más cuando el Gobierno de la Nación te deja de pagar 537 millones» que la Junta exige por el IVA atrasado. «Entiendo la debilidad en la que está internamente, pero coja fortaleza para venir junto a todos los grupos a reclamar lo que es de los andaluces, los 537 millones. Súmese y juntos haremos mejor sanidad», la zarandeó.

La aludida volvió a la carga aconsejándole que se preocupara por «tapar sus carencias y su incapacidad» navegando hacia otra de las ideas que quería arrojar a su contrincante: «¿Usted quiere un Gobierno o no? Si lo quiere, tenga el valor que tuve como presidenta de Andalucía en 2016 y reclámelo en su partido, le cueste lo que le cueste». Aquel año, Mariano Rajoy fue investido presidente gracias a la abstención de todos los diputados socialistas excepto una quincena. Moreno fue rotundo en su contestación: «¿Me está pidiendo que apoyemos a un presidente cuyo vicepresidente futuro es Pablo Iglesias, de Podemos, con los independentistas, a los que criticaba duramente? Pues, le digo categóricamente que no».

Díaz reprochó además al presidente que en 2018 enmarcara su «petición de salida a los mercados en la confrontación» con el Gobierno de Rajoy e insistió en que «sólo hay una comunidad autónoma intervenida en España y es Cataluña». El popular también tiró de «incoherencia» para echarle en cara a la socialista que el pasado marzo mantuviera que «la situación económica heredada era saneada». «Una carta del secretario general de Hacienda dice justamente lo contrario, una enmienda a la totalidad: que Andalucía ha incumplido el objetivo de estabilidad, de deuda pública y de regla de gasto en el ejercicio de 2018».

«Sólo 28 palabras de su buena amiga Montero le han desmontado todo el discurso», la «gran mentira» de su gestión, ahondó. Y remató sacudiéndose futuribles titulares sobre recortes: «¿Nos está diciendo el Ministerio de Hacienda del Gobierno socialista que hagamos ajustes en sanidad, en servicios sociales y en educación por la gestión de la señora Díaz?».

Más datos

ºEl Parlamento aprobó ayer una proposición no de ley de Ciudadanos que pide al Gobierno central reformas normativas y cambios en el Código Penal para establecer la responsabilidad civil subsidiaria de los partidos por los delitos que hayan cometido en casos de corrupción como el de los ERE. La iniciativa contó con los votos a favor de Cs, PP, Vox y Adelante Andalucía y la abstención del PSOE.

ºLa Cámara dio luz verde además y por unanimidad a instar a la Junta a poner en marcha las medidas necesarias para limitar la proliferación de casas de apuestas y salones de juego en la comunidad a fin de garantizar la salud y la protección de los menores en especial.