Andalucía

El gordo y la SE-40

Uno de los tramos de la SE-40
Uno de los tramos de la SE-40MANUEL OLMEDO RANGELManuel Olmedo

Con café y churros servidos, madrugaba el gordo de la Navidad. El lotero de la Ronda del Tamarguillo lo celebraba a lo grande: «Yo no sé otra cosa que dar premios». La lotería inunda de alegría los hogares agraciados. En estas fechas navideñas, llegan deseos de paz, amor y felicidad. Y, también, de sueños. Buscamos tener una estabilidad, en el día a día, en los que nos van a gobernar. Pero España sigue siendo una incertidumbre para los inversores. Y para nosotros mismos. Una contradicción, pues aquellos que se rigen sin tener en cuenta nuestra Constitución podrían tener voz para hacer y deshacer (si fuera preciso). Y entre posibles pactos para solucionar esta ingobernabilidad, siguen quedando proyectos en el tintero. El trazado de la SE-40 se antoja de vital importancia, no sólo para Sevilla y provincia, sino para el resto de Andalucía, pues conectaría a Huelva con Cádiz de una forma más directa. Con varios tramos ya abiertos, sólo nos queda salvar un importante escollo. Atravesar el cauce del Guadalquivir no debería resultar difícil, cuando tenemos ejemplos como el Eurotúnel, que une a Inglaterra con Francia con 39 kms por debajo del mar. Sin embargo, en casi una década no hemos sido capaces de salvar unos pocos metros por debajo del río. Con la máquina tuneladora guardada, el proyecto se ha ido alargando, sin ser capaces de llevarlo a cabo. Ahora, a las puertas del 2020, surge la duda de si se sigue con el proyecto de los túneles o bien redirigirlo hacia la construcción de nuevos puentes, lo que abarataría costes y tiempo. Que el Gobierno de España busque una solución rápida, sin dar más rodeos, ahora mismo sería como un premio «gordo» que toda Andalucía merece. Ojalá Ábalos y Sánchez tomen buena nota.