Andalucía

Los pisos turísticos representan ya el 40% de las plazas de alojamiento vacacional

El registro de turismo de andalucía recoge 63.210 viviendas dadas de alta con este fin, de las que 36.151 están en Málaga, el 57,1%. En el último año se han creado 84.293 camas más de este tipo

Un hotel en Sevilla
Un hotel en SevillaLa Razón

Las viviendas con fines turísticos registradas oficialmente ofertan ya en Andalucía 328.638 plazas, el 39,7% de las que existen en total entre establecimientos hoteleros, apartamentos turísticos y casas rurales. El Registro de Turismo de Andalucía (RTA) recoge actualmente que en la comunidad existen 63.210 pisos de particulares que los han dado de alta con uso turístico, lo que conlleva una declaración responsable de que cumplen las exigencias de habitabilidad y seguridad que apenas 40 inspectores en toda la comunidad se ocupan de verificar. No obstante, la mayoría de las plataformas de alquiler de este tipo de alojamientos exigen el código que conlleva estar registrado como vivienda con fines turísticos para poder publicitarse y comercializarse en ellas. Al margen de la insuficiencia de efectivos que reconocen desde la Junta, los mismos 40 inspectores son los encargados de luchar contra los pisos turísticos clandestinos, si bien la directora general de Turismo, Ana García, reconoce que «sin denuncia, la inspección no puede acudir».

En el último año, las plazas de viviendas turísticas registradas han aumentado un 35%, en concreto a fecha 23 de diciembre hay 84.293 más que a final de 2018. Y llama especialmente la atención el caso de Málaga, donde se concentra el 57,1% de los pisos turísticos ya que sólo en esta provincia hay 36.151, con 189.535 plazas, casi las mismas que ofrecen el total de hoteles, hostales, pensiones, apartamentos y casas rurales, 191.924 repartidos en 6.036 establecimientos.

Las cifras de Málaga no se dan en ninguna otra provincia, si bien en Cádiz los 8.972 pisos turísticos ofertan 48.218 plazas, el 40% del total de camas para alojamiento vacacional; en Sevilla el 38,3% (5.736 viviendas turísticas con 27.814 plazas); y en Almería el 31,1% (5.139 pisos turísticos con 25.269 plazas). En el extremo opuesto se sitúa Jaén que sólo tiene 224 viviendas turísticas con apenas un millar de plazas, el 4,7% de las 21.742 plazas de alojamiento que hay en la provincia.

Las viviendas turísticas están en el punto de mira de asociaciones vecinales creadas en capitales como Málaga, Granada o Sevilla en contra de la llamada «gentrificación» de sus cascos históricos. Sin embargo, la directora general de Turismo tiene claro que ese fenómeno que está provocando conflictos en ciudades como Barcelona «no lo tenemos en ninguna ciudad andaluza de momento». Tampoco cree que hagan la competencia a los hoteles porque sus clientes tienen «perfiles distintos». García alega como prueba las altas tasas de ocupación, del 80 y el 90%, que éstos registran en puentes y vacaciones, o el hecho de que los empresarios hoteleros siguen invirtiendo en nuevos establecimientos.

Con todo, la Consejería de Turismo prepara un decreto que establecerá la categoría de los hoteles «por puntos» e incluirá la de Gran Lujo 5 estrellas, que actualmente sólo ostentan oficialmente 12 hoteles en Andalucía que la lograron hace tiempo, ya que durante años no ha existido, por lo que muchos de los que se anuncian como tal no la tienen en realidad. En ese decreto, los criterios de accesibilidad específica (más allá de los obligatorios para todo local público) y medioambientales (como la medición de la huella de carbono o el uso de energías verdes) tendrán gran peso. Y se regulará la categoría de hoteles «especializados en adultos» que no «exclusivos porque eso es ilegal». «Se pueden comercializar como recomendados para adultos pero no impedir el acceso a una familia con niños», deja claro García, que reconoce que han recibido algunas denuncias por esto y han tenido que apercibir al hotel.

Los cerca de 32 millones de visitantes con los que Andalucía va a cerrar este año tampoco suponen para la Consejería de Turismo. que dirige el vicepresidente Juan Marín. un techo que pueda llevar a la comunidad a morir de éxito. Andalucía sigue siendo destino preferente del turismo nacional, de ahí que haya resistido mejor al frenazo del internacional producido este año. Ni siquiera el Brexit se está dejando sentir, de momento, en el turismo británico, junto al alemán el principal emisor de viajeros con destino a la comunidad. Por ello, el Plan de Acción de Promoción Turística contempla para 2020 un incremento presupuestario del 9%. Andalucía mantendrá su presencia en Fitur, la Word Travel Market de Londres y la Bolsa Internacional de Turismo (BIT) en Italia. Pero también busca abrir nuevos mercados en Asia y los Emiratos Árabes Unidos, por lo que la Junta participará en la feria de turismo de Abu Dhabi.

La Junta exigirá más nivel de idiomas a los guías y crea la modalidad de lengua de signos

Turismo prepara un nuevo decreto para regular la profesión de guía turístico que endurecerá los requisitos, al exigir mayor nivel (C1) en los dos idiomas que deben acreditar. Por primera vez, se creará la modalidad de guía en lengua de signos. La nueva regulación es fruto de las quejas del colectivo sobre la «flexibilidad» existente en Andalucía para ejercer de guía y la «competencia desleal». Y abre la posibilidad a que en el futuro se convoquen exámenes para acceder a esta profesión. Sin embargo, de momento, la Junta no se meterá con los «Free Tour», voluntarios que ejercen de guía a cambio de la propina que cada persona del grupo le quiera dar. Una actividad que ha proliferado en los últimos años en toda Europa y en el mundo, por lo que la Junta reconoce que es una «batalla más amplia» en la que además no todas las competencias son suyas, por lo que ha decidido aparcarla.

Las razones del «no» a la tasa turística de momento

La Junta se ha posicionado en contra de implantar una tasa turística porque, según la directora general de Turismo, Ana García, aunque a las grandes ciudades nadie deja de ir por pagar 1 ó 2 euros más por noche, sí puede hacer que turoperadores excluyan a pueblos de sus rutas y afecte al turismo rural. El rechazo de los hoteleros también ha pesado en una decisión que García reconoce que no es inamovible. En cuanto a la idea de que algunos ayuntamientos la pongan en su ciudad, como estudia el de Sevilla, requerirían el visto bueno de la Consejería de Hacienda. Y desde Turismo no se oponen, pero defienden que la recaudación debería destinarse a mejoras en las ciudades como la limpieza o restauración patrimonial, entre otros.