Andalucía

La Junta recela del nuevo Gobierno y no aceptará «ser menos que nadie»

Moreno pide al Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos «moderación, entendimiento y lealtad institucional» y Vox llama a protestar el domingo ante los ayuntamientos contra «los que quieren romper España»

La secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, ayer en la tribuna de invitados del Congreso de los Diputados
La secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, ayer en la tribuna de invitados del Congreso de los DiputadosJuan Carlos HidalgoAgencia EFE

Con la investidura ayer de Pedro Sánchez se abre una nueva etapa de confrontación entre la Junta de Andalucía y el Gobierno central, dos ejecutivos de distinto color político que ya vienen exhibiendo sus diferencias. La coalición PSOE-Unidas Podemos está provocando desconfianza en San Telmo y el camino que ahora se inicia se ve con recelo, tanto que el presidente de la Junta, Juanma Moreno, se apresuró a reclamar al nuevo Ejecutivo «moderación, entendimiento y lealtad institucional». En la misma línea se expresó el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, quien aseguró que Andalucía será «el gran bastión de la defensa de la unidad de España» y no aceptará «ser menos que nadie», ante una nueva legislatura marcada «negativamente por los que quieren romper este país».

Bendodo señaló que la Junta exigirá «alto y claro» al Ministerio de Hacienda que pague los 513 millones que «debe a esta tierra» por la liquidación del IVA, porque ese dinero es «fundamental para nuestras cuentas». También remarcó que el Gobierno andaluz actuará como «dique de contención» ante esa «deriva que pueda tener el Gobierno central influido negativamente por los que quieren romper España». Por ello, recalcó que «no tiene ningún sentido» que el Gobierno de Pedro Sánchez haya dado «la llave de España a los que quieren romperla».

Para el vicepresidente de la Junta y líder de Ciudadanos en la región, Juan Marín, con el «Gobierno puzzle» de Sánchez «se instaura la desigualdad entre españoles» y, por tanto, «habrá comunidades de primera y de segunda, y a Andalucía le va a tocar la peor parte». Se trata de un Ejecutivo, a juicio de Marín, marcado por la «debilidad», dado que Sánchez ha sido investido «con el menor margen de votos» hasta ahora, lo que provoca que conforme «un Gobierno puzzle con ocho fuerzas, además de otras dos que han dicho claramente que la legislatura dependerá de ellos, del independentismo y del radicalismo de extrema izquierda».

«Es triste y es una mala noticia para el conjunto de España porque no da credibilidad ninguna, ni estabilidad al Gobierno», prosiguió, considerando «altamente preocupante» que durante el debate de investidura «Andalucía no ha aparecido en ninguna intervención». En su opinión, los discursos de los representantes del PNV, ERC o Teruel Existe, entre otros, ponen de manifiesto que en esta legislatura se hablará de cada territorio, pero lamentó que no se hará «del conjunto de España».

Mucho más catastrofista se mostró Vox. Su portavoz en el Parlamento andaluz, Alejandro Hernández, teme «lo peor» para Andalucía con el nuevo Gobierno, que depende de los que «quieren romper España». «Es muy difícil de entender hasta qué punto ha llegado la degradación del PSOE después de escuchar a la representante de ERC que ha dicho literalmente que la gobernabilidad de España le importa un comino», según indicó Hernández, quien añadió que es en manos de esa fuerza política «en las que va a estar la estabilidad del Gobierno de España». El partido animó a participar en las concentraciones convocadas para el próximo domingo ante los ayuntamientos contra el nuevo Ejecutivo.

Por contra, Adelante Andalucía, que siempre se mostró en contra de un Gobierno de coalición, expresó «alivio» tras superar Sánchez la investidura, al que pidió que «cumpla las expectativas sin miedo ni medias tintas».

Díaz celebra la ruptura del bloqueo

Atrás quedó el rechazo a un Gobierno de coalición con Unidas Podemos e incluso las desavenencias con el líder del PSOE y flamante presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Susana Díaz insiste en escenificar una nueva etapa de sintonía con el jefe del Ejecutivo, tanto que volvió a acudir al Congreso de los Diputados para asistir a la investidura y celebrar el fin del bloqueo. Díaz auguró una legislatura «larga» y marcó algunas prioridades, como «la defensa de lo social, de las mujeres, de la igualdad, que se atienda a quien más lo necesita y hacer un país más justo». La líder del PSOE-A incidió en que la ruptura del bloqueo político «se tiene que traducir en que suban las pensiones y se revaloricen, en que suba el Salario Mínimo Interprofesional y que se ponga a las personas en el centro de la política». A su juicio, «no ha sido bueno para este país que nos condujeran permanentemente a un bloqueo inexplicable exclusivamente en búsqueda del poder», toda vez que con la investidura de Sánchez «se da una lección de que España, la Constitución y el Estado de derecho están por encima de los intereses partidistas de ninguna fuerza política».

En cuanto a la actitud de los partidos de la oposición, expresó que espera que no tengamos que volver a «ver espectáculos como los de estos días» y recordó que ella lo ha vivido en Andalucía desde el 2D. «Hay actitudes que devalúan el papel que uno debe de tener al frente de lo público. No todo vale, ha habido determinadas actuaciones que en estos tres días no se corresponden con el país que tenemos».

En este sentido, señaló que espera que la «derecha reflexione» y añadió que lo que hicieron PP, Cs y Vox en Andalucía lo han llevado al Congreso de los Diputados. No obstante, aseguró que espera que vuelvan «al sentido común, cada uno defendiendo sus ideas pero sin los espectáculos que hemos tenido que presenciar de enfrentamiento, crispación y de abrir trincheras».