Andalucía
Las empleadas de Magrudis señalan que los técnicos de la Junta y el Ayuntamiento “tomaron muestras mientras ellas estaban limpiando”
La juez del Juzgado de Instrucción número 10 de Sevilla, Pilar Ordóñez, que investiga la causa por el brote de listeriosis producido el pasado verano, ha tomado declaración como testigos este lunes a ex empleadas de Magrudis, destacando dos de ellas, que siguieron trabajando tras producirse la alerta, que técnicos de la Junta y del Ayuntamiento “tomaron muestras en la nave mientras ellas estaban limpiando”.
Durante su declaración ante la juez, una de estas trabajadoras que se dedicaba a envasar ha precisado que se enteró de la alerta porque el Sandro José Marín Rodríguez, propietario y administrador único de Magrudis e hijo del gerente y ‘administrador de hecho’ de la empresa, José Antonio Marín Ponce -ambos en prisión por estos hechos-, “reunió a todas las trabajadoras, les dijo lo que había ocurrido y que en lugar de producir se iban a dedicar a limpiar”.
"Cuando estábamos limpiando yo sabía que allí había gente cogiendo muestras sin decirnos nadie que dejásemos de limpiar", ha remarcado esta trabajadora, quien ha asegurado tener conocimiento de que "una vez limpio, estas personas cogieron muestras de los aires acondicionados", ignorando si ocurrió lo mismo en el carro del horneado porque este no lo limpió ella.
“En ningún momento nos dijeron en la empresa que teníamos que limpiar más a fondo porque hubiese un brote de infección”, ha remarcado esta ex empleada, mientras que su compañera ha precisado que “no había empresa especializada en limpieza sino que lo hacían los propios trabajadores”, así como que trabajaba con uniforme con el que venía desde su casa y que se enteró de la alerta el 14 de agosto, el día que se iba de vacaciones, y ya no volvió más y que la sala de producción “estaba a una temperatura normal, aire acondicionado en verano y calefacción en invierno”.
En estas declaraciones han estado presentes el Ministerio Fiscal y como acusaciones particulares los letrados de la Junta, del Ayuntamiento, de los responsables de Magrudis, de Facua, del grupo de aborto y de los lesionados, representados por Germán Grima, de Ateneo Abogados.
Otra empleada ha precisado que "nadie le comunicó que hubiese dado positivo una carne" y que el día que se tenía que incorporar la llamó José Antonio Ponce para decirle que "no fuese a trabajar", recibiendo instrucciones a los tres días por whatsapp para que "fueran un lunes a limpiar con lejía y fueron siete personas". Es en uno de esos días, ha precisado, cuando estos técnicos "estaban recogiendo muestras en un carro mientras me veían limpiar y ninguna de estas personas me dijo que no lo hiciese".
La cuarta trabajadora ha señalado además que tenía el carné de manipulación de alimentos porque José Antonio Ponce le dijo que sí pero ha reconocido que "no hizo ningún curso", mientras que otras compañeras sí lo hicieron.
Por último, también han declarado dos comerciales. Uno de ellos ha precisado que José Antonio Ponce, ya con la alerta decretada, le dijo que respecto al lote que dio positivo en febrero “era pequeño y que lo retiró”, así como que él mismo empezó a retirar los productos a la semana siguiente de decretarse la alerta y que avisó a sus clientes por whatsapp en cuanto se enteró, mientras que el otro ha señalado que técnicos del Ayuntamiento y de la Junta retiraron productos de la nave.
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