Serrano asegura que ni Piñero ni él dejarán el Grupo Parlamentario de Vox

Uno casi siempre es rehén de sus palabras y a veces forma revuelo con sus acciones. La diputada andaluza María José Piñero provocó hace unos días uno en Vox Sevilla al dimitir como presidenta provincial por diferencias internas. Se fue lanzando acusaciones a través de una carta, alguna de calibre grueso como que se había «jugado irregularmente con los recursos económicos» de los afiliados o que se había armado una estructura «paralela» a su equipo. De hecho, desde la dirección nacional del partido, la acusaron luego de «sembrar un alarmismo injustificado» en torno a la formación. La salida de Piñero llegó para sumarse a la de otros cinco presidentes provinciales andaluces y provocó también que diera un paso atrás el presidente del Grupo Parlamentario autonómico de Vox, Francisco Serrano, quien renunció a su cargo de vocal en la Ejecutiva sevillana. Lo sucedido tuvo otras consecuencias, ya que según explicaron fuentes de la formación a este periódico, el Comité Ejecutivo Provincial (CEP), o la Ejecutiva territorial, «se disuelve estatutariamente» con la salida «del presidente» o «de tres o más miembros», con lo que tras confirmar Piñero que su decisión era irrevocable, había que nombrar una gestora que llevara las riendas de Vox Sevilla, hasta que haya primarias para elegir una dirección renovada. Serrano aseguró ayer a LA RAZÓN que ésta ya está operativa, como sucede en otras provincias, y negó que en ningún momento se haya planteado que Piñero o él mismo vayan a dejar su escaño en la Cámara autonómica. «Se está confundiendo su cargo orgánico como presidenta de Vox en Sevilla, con su cargo de diputada en el grupo parlamentario, que es institucional y no tiene nada que ver», quiso diferenciar, para añadir que, pese a su dimisión como presidenta del CEP sevillano, «nadie se ha planteado en el grupo» su marcha.

Serrano dijo desconocer cuáles son los motivos concretos que llevaron a Piñero a rubricar la misiva que levantó polvareda, aunque sí explicó sus razones para respaldarla: «Hemos luchado por este proyecto desde que nos presentamos en 2015 y ella es una mujer de partido, que quiere lo mejor para él por sus principios y valores», aseveró. «Puede haber tenido sus diferencias con alguien, pero no en el grupo parlamentario, donde se trabaja con normalidad. No nos vamos ninguno de los dos», recalcó. Al margen de las minas, en Vox tienen la vista puesta en Madrid, donde «estamos convocados los próximos días 7 y 8 para la proclamación de la nueva candidatura al Comité Ejecutivo Nacional», apuntó. A partir de ahí, se elegirán en cascada las direcciones territoriales.