Coronavirus
Au pairs en el extranjero: “No es el final. Esta situación nos hará más fuertes”
Seis jóvenes españolas que trabajan en Italia, California, Reino Unido, Irlanda y Suiza cuentan cómo están viviendo la crisis del coronavirus
Irse de “Au Pair” fuera de España es una de las opciones a la que recurren muchos jóvenes –sobre todo mujeres– para vivir una experiencia internacional, viajar y conocer el idioma del país de acogida.
Según la Asociación Española del Programa Au Pair (AEPA), los candidatos deben contar “con un interés genuino por los niños” y convivirán con una familia “recibiendo de ésta alojamiento, pensión completa y un dinero de bolsillo semanal a cambio de ayuda en el cuidado de los niños y tareas domésticas, unas 30 horas semanales en Europa”.
Pero… ¿Cómo les está afectando la crisis del coronavirus? La vara de medir es difusa. Algunos han cruzado el océano para pasar largas estancias; otros se encuentran en Italia –epicentro del Covid-19 en Europa– y otra parte de ellos no se preocupa aún porque en sus países de acogida es menos grave la situación. Cada gobierno está tomando medidas concretas como el cierre de las fronteras o el confinamiento absoluto.
Estos jóvenes, que han salido fuera de España para adquirir una mejor formación y vivir una experiencia diferente, deben superar ahora unas circunstancias inesperadas –con bastantes restricciones– alejados de sus hogares.
Seis “au pairs” andaluzas que se encuentran en Italia, Estados Unidos, Reino Unido, Irlanda y Suiza han contado a este diario cómo están viviendo la situación de crisis sanitaria mundial y dan voz a un colectivo que cuenta con miles de jóvenes repartidos por todo el mundo.
Bolonia, Italia
Belén Saavedra es jerezana y llegó a Imola (Bolonia) hace un mes y medio. Casi la mitad de ese tiempo lo ha vivido ya en confinamiento. “La primera semana tuve muchísima ansiedad, pero a medida que pasan los días es más ameno y se gestiona mejor la situación. Eso sí, angustia estar tan lejos y saber que a tus familiares les puede pasar algo”, explica.
Ella eligió irse a Italia para mejorar el idioma y poder optar más adelante, cuando acabe la carrera, a una oferta de trabajo en la que está interesada. La joven afirma que por un lado le gustaría volver a España para estar con su familia, pero “es imposible porque Italia está cerrada, incluso entre ciudades”. Además, asegura que está más tranquila allí porque piensa que "el gobierno italiano gestionará mucho mejor la situación”.
Esta es su segunda experiencia como “au pair”, a pesar de que la primera vez vivió “una situación de explotación”. Ahora se siente a gusto con su familia de acogida y asegura que mantiene “el mismo contacto” con todos, aunque se ha cortado “cualquier acercamiento con gente ajena”, añade. Por otro lado, como muchas de las estudiantes que escogen esta opción, hasta hace unos días iba a una escuela de idiomas, pero “ahora hacemos lo que podemos en casa”, lamenta.
Cuando acabe el confinamiento obligatorio seguirá en el país “el tiempo que tenía pensado” y luego volverá a España.
Los Ángeles, Estados Unidos
Elena Mármol es de Jaén y lleva casi dos meses en California. A día de hoy agradece “haber llegado en febrero”, ya que “ahora miles de au pairs de todo el mundo no pueden venir y está todo paralizado”.
La joven, que ya ha finalizado sus estudios en Bellas Artes y un Máster en profesorado, “después de cinco meses de papeleos intensos”, decidió irse a Estados Unidos para aprender inglés y mejorar su currículo.
Confiesa que con esta situación ha cambiado su horario porque trabaja “con los niños cada mañana” y da “clases como en la misma escuela”, a la inversa que antes, que tenía tiempo libre cuando estaban en el colegio. Ahora es ella la que propone las actividades en el hogar. Por la tarde, cuando no tiene que estar con los pequeños, el tiempo lo dedica a hacer un curso online de inglés.
La giennense tiene claro que “no es el final. El simple hecho de seguir trabajando diariamente y luchando sin volver a casa nos hace más fuertes”. Por otro lado, asegura que esto le servirá para “aprender lo importante que es priorizar en la vida”. Cada día llama “un par de veces" a casa, pero dentro de lo “preocupante de la situación” está tranquila porque “todo va bien”.
Cuando todo vuelva a la normalidad no volverá a España y seguirá en EEUU hasta que cumpla sus propósitos.
Londres, Reino Unido
María del Moral es de Jaén y vive en Londres desde hace un año, momento en el que acabó la carrera de Derecho y un máster en abogacía. Se pregunta si “merece la pena volverse a España”. Para ella, coger un avión –que ya es casi imposible– de regreso es “un acto narcisista y una falta de empatía y respeto enorme hacia los demás” porque en “esos trayectos” las personas son susceptibles de “contraer el virus y contagiar a sus seres queridos”. Según la au pair andaluza, hay tres tipos de personas: “los que no tienen opción porque no pueden permitirse hacer cuarentena, los que podemos irnos, pero decidimos quedarnos a pesar de no saber qué va a pasar y los que corren por volver a España”.
Aunque reconoce que “no salen con tanta frecuencia”, asegura que su trabajo transcurre con normalidad ya que “las niñas siguen yendo al colegio –e incluso a los parques– y los padres trabajan”. Sin embargo, el contexto es diferente porque observa que “la gente arrasa los supermercados y el centro de la ciudad se queda vacío los fines de semana”. Por otro lado, siente que “las medidas preventivas están siendo lentas” y que cualquier día “se van a llevar una sorpresa”, algo que hará que su situación como au pair cambie y “sea todo más difícil" de gestionar.
María es positiva e intenta darle la vuelta a la situación: “saber que no puedes controlar nada y que estás lejos es difícil, pero ahora mis familiares y amigos tienen más tiempo para poder hacer llamadas. ¡Aprovecharé la ocasión de esta forma!, añade.
Cuando se pueda viajar sabe que irá a España "de vacaciones”, pero retornará para “intentar conseguir un buen trabajo”.
Cork y Dublín, Irlanda
Patricia Conde vivía en Sevilla hasta hace cuatro meses. En diciembre decidió irse a vivir a Cork. Confiesa que cuando empezaron a crecer los casos de positivos en Europa le “comían los nervios”, pero como en su familia de acogida “siguen con la rutina y están muy tranquilos” se ha “relajado”.
Estudió educación infantil y quiso “ampliar horizontes”, por lo que se lanzó a iniciar este proyecto. No obstante, en Semana Santa iba a volver unos días a España para quitarse “esa cosilla del estómago y ver a la familia”. Como ya no puede, lamenta que las ganas de ver a sus familiares "han aumentado”.
Patricia piensa que la situación es preocupante: “esto es una lección que nos está dando la naturaleza”, pero vive con normalidad a pesar de que otras compañeras “han entrado en pánico y han comprado billetes para volver a sus países”. Cuando acabe la situación volverá a España unos días y luego se irá de vacaciones con otras “au pairs” a la playa.
Por otro lado, Sandra Gómez, que trabaja de educadora infantil en Dublín, piensa que en Irlanda “se están tomando medidas con bastante rapidez”. Además, no se plantea volver a España hasta dentro de cinco meses porque quiere “crecer" profesionalmente. Sin embargo, cree que la situación “es bastante seria” y que "en un país como Irlanda –sin sanidad pública– es aún peor”.
De momento, está aprovechando su tiempo para ponerse al día –ya que hasta el 29 de marzo no está previsto que se reincorpore en su trabajo– con las tareas de la casa, descansar y hacer videollamadas con sus seres queridos. Cuando todo vuelva a la normalidad viajará a España para “abrazar” a su familia y seguirá trabajando en la escuela. Sabe que “es duro”, pero siente que “saldremos de esta”.
Berna, Suiza
Beatriz, natural de Almuñecar (Granada), vive y trabaja como “au pair” en Suiza desde hace un año y medio. En todo momento ha seguido las recomendaciones del Gobierno, “mi corazón me pedía que volviera a España con mi familia pero mi cabeza me repetía una y otra vez que era una irresponsabilidad en todos los sentidos”, explica
La granadina señala que está preocupada y que tiene “la maleta hecha por si la situación da un giro repentino” y tiene que volver “por fuerza mayor”. No obstante, asegura que en Suiza se puede hacer “vida totalmente normal y pasear con amigos al aire libre”. Además, se siente segura “al vivir en uno de los países más ricos del mundo”.
Ha tenido que cambiar los horarios porque “los niños no van al colegio”, pero –al contrario que en otros países– aún no ha tenido que interrumpir las clases de alemán a las que asiste desde que llegó. Por otro lado, afirma que donde vive aún se puede “pasear por la calle, hacer deporte o ir al parque con los niños”.
Como tenía planteado volverse a España en un mes, la andaluza cree que su regreso “coincidirá con el fin de la crisis sanitaria” y que todo volverá a restablecerse. Asegura que lo primero que hará será “abrazar a su familia" y agradecer “lo mucho que esta situación nos ha enseñado y nos ha abierto los ojos a todos para entender lo que de verdad importa”.
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