Covid-19
Villalobos: “Los ayuntamientos son los que han sacado las castañas del fuego”
El presidente de la Diputación de Sevilla y de la FAMP reclama al Gobierno que las entidades locales puedan gastar su superávit para afrontar la crisis del coronavirus: “Es nuestro dinero”
A Fernando Rodríguez Villalobos (La Roda de Andalucía, Sevilla, 1952) se le llena la boca hablando de los pueblos -“la ciudad es otro mundo”, matiza-. Preside la Diputación de Sevilla desde 2004 y está al frente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP). Hasta marzo, su gran reto era afrontar la despoblación de las zonas rurales. La irrupción del coronavirus solo ha añadido dificultades a una tarea que no piensa abandonar. “Ningún proyecto se puede quedar atrás”, avisa en una vídeo entrevista con LA RAZÓN.
¿Qué ha echado de menos en la gestión de la pandemia?
De la crisis sanitaria hemos pasado a una crisis social que se va a extender. ¿Cuáles van a ser las prioridades? ¿Qué le piden los alcaldes que transmita a través de la FAMP?
La Junta y los alcaldes han pedido que se permita gastar el superávit, una medida que debe autorizar el Gobierno de España.
¿Qué proyectos que estaban previstos en los Presupuestos se van a quedar atrás debido al gasto extra por el coronavirus?
¿Cuándo cree que recuperaremos la normalidad, la antigua, la que teníamos en febrero y que ansiamos todos?
La enfermedad ha cambiado los hábitos de todos y su única queja son las interminables videcoconferencias “con cuarenta personas y todos te reclaman más o menos lo mismo”. Para Villalobos los ayuntamientos han vuelto a estar “desde el minuto uno” en la primera línea de la lucha, pero ha echado de menos en la gestión de la pandemia la “complicidad y lealtad institucional”. “Era necesario que la Junta estuviera más pegada a los ayuntamientos. Lo primero que querían saber los alcaldes era ¿qué pasa en mi pueblo?, ¿qué contagio hay? Si existe, dígamelo. Era necesario tener esa información”, insiste porque es “la primera puerta a la que llaman los vecinos. Los ayuntamientos quieren que la gente no pase necesidades básicas”. Por ello, solicitan planes de empleo especiales para complementar los que ya ha puesto en marcha la Diputación, aportando 2,5 millones de euros.
El desembolso extra para afrontar tareas de limpieza o planes de emergencia social ha dejado un agujero en los presupuestos municipales. La FAMP ya ha levantado la voz para reclamar al Gobierno que permita gastar el superávit que tienen tanto los ayuntamientos como las diputaciones. Ya se les ha autorizado a gastar por parte del Ministerio de Hacienda el 20% para planes de emergencia social, unos 780 millones en toda España -en total, 3.800 millones, de los que un 20% correspondería a Andalucía-. “Nosotros lo que le estamos diciendo al Ministerio a través de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) es que no solo el 20% si no el 100%. El 80% restante, déjenoslo usted porque es nuestro dinero”, exige Villalobos, que pide que sean las propias entidades quienes lo gestionen y no el Gobierno andaluz.
“Hay que buscar donde lo haya el dinero necesario para reactivar nuestra economía, no nos podemos quedar con los brazos cruzados”, mantiene el veterano político, tras desgranar cómo su Diputación ha contribuido prestando cien millones de euros a los ayuntamientos “para inyectarles todos los meses lo suficiente y que vayan tirando”. Además, se han reactivado proyectos paralizados con el decreto del estado de alarma, que unido al superávit que prevé poder gastar (57,1 millones) permitirían disponer de casi doscientos millones.
Desde la FAMP reclaman también disponer del dinero que las entidades locales tienen en los bancos. “No solicitamos ningunos fondos extraordinarios, como están haciendo las comunidades autónomas. Están anunciado que 16.000 millones van a ir a las comunidades autónomas, a nosotros no se nos ha anunciado nada”, recuerda. “Los ayuntamientos son los que han apechugado y han sacado las castañas del fuego”, defiende. Para trasladar las peticiones de los municipios ha solicitado reunirse con el presidente de la Junta y con la consejera de Empleo para acelerar la
Sobre la vuelta a la normalidad, asegura que “ahora mismo estamos impregnados de miedo, hemos pasado la primera etapa de miedo en casa, pensando, sufriendo, y ahora nos toca luchar con la realidad. En los pueblos ha quedado todo paralizado, pero yo he confiado mucho en la iniciativa de las zonas rurales. Y lo mismo que ha estado todo frenado en esa cuarentena de miedo y de silencio, ahora estoy convencido de que la gente va a tirar para adelante”. Una de sus esperanzas es el turismo, pese a todo, que “ha virado en semanas” al dispararse las reservas en alojamientos. Villalobos aplaude el plan de la Junta para contratar a tres mil personas que vigilarán las playas este verano para que se cumplan las medidas de seguridad pero pide que se mire también al interior.
“¿Qué pasa con las piscinas públicas? -se pregunta- Es el principal ámbito de recreo. ¿Qué hacemos, no abrimos las piscinas públicas en los pueblos?”, lamenta, ya que calcula que el coste de ponerlas en marcha este verano podría cuadruplicarse al obligarles a contar con más personal y medidas de h
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