Coronavirus

El Festival de Málaga protagonizará el primer reencuentro del cine español tras el estado de alarma

En el nuevo formato, adaptado a las circunstancias, va a primar “la exhibición de cine y la dimensión mediática que pueda tener” y se dejará de lado el evento social

Presentación del Festival de Cine en Español de Málaga
El director del Festival de Cine en Español de Málaga, Juan Antonio Vigar, durante la presentación de dicho festival en su 23 edición, diez días antes de que se decretara el estado de alarmaJorge ZapataAgencia EFE

El Festival de Málaga, que celebrará su vigésimo tercera edición del 21 al 30 de agosto después de aplazarla en marzo por el coronavirus, se convertirá “en el primer gran reencuentro del cine español después de estos meses de travesía tan complicados”, ha destacado su director, Juan Antonio Vigar.

Vigar ha participado este miércoles junto al director artístico del Museo Picasso de Málaga, José Lebrero, y la fundadora del festival Starlite de Marbella, Sandra García-Sanjuán, en un encuentro telemático sobre el futuro de la cultura tras el coronavirus organizado por la Cadena Ser.

El director del certamen ha avanzado que será “un Festival muy amable, como siempre, y además, seguro”, con una serie de medidas de distancia o de aforo recogidas en un plan director “bastante exhaustivo” que se acompaña de un plan de producción.

El objetivo desde el aplazamiento de marzo era “hacer el Festival, porque es muy necesario para un sector que nos lo reclama”, según Vigar.

Ha añadido que, si en su día el certamen tuvo la “responsabilidad” de aplazarse “en un momento tan crítico”, ahora han trabajado para “hacer un Festival realista y posible” que ha “encontrado sus fechas” a finales de agosto.

“El modelo del Festival de Málaga es muy conocido y equilibra muy bien lo que es la parte de la exhibición de cine con el evento social, y es un modelo que seguimos defendiendo y que confío que en años próximos vuelva y podamos seguir disfrutándolo”, ha señalado el director.

Sin embargo, este año han decidido “adaptar el modelo a las circunstancias convirtiéndolo en un formato en el que va a primar la exhibición de cine y la dimensión mediática que pueda tener y se va a dejar de lado el evento social, por lo que no habrá alfombra roja para el público y todo lo que suponga aglomeración de personas”.

Museo Picasso

Por su parte, el director del Museo Picasso ha señalado que las actuales son “condiciones difíciles que van a pedir mucha imaginación, inteligencia y trabajo”, y ha advertido de que un museo “no se puede reinventar de un mes para otro”.

“Sí es un momento para reflexionar sobre los valores de un museo, lo que representa, con lo que está comprometido y las maneras que tiene de dirigirse a una sociedad”, ha afirmado José Lebrero, que cree que hay que “explorar las maneras de contar lo mismo, pero de otra manera”.

Ha admitido que para un museo como el Picasso, que el año pasado recibió más de 700.000 visitantes y tiene una autofinanciación del 50 por ciento, se plantea “un futuro próximo bastante complicado y no hay que obviarlo”, pero hay que “ir paso a paso avanzando para contribuir a que la sociedad pierda el miedo, revisar nuestros valores y seguir optando a la excelencia”.

Sandra García-Sanjuán, fundadora de Starlite, que este año reduce su duración a un mes y solo con artistas nacionales, ha asegurado que organizar esta edición supone “un esfuerzo”, porque pierden “más dinero haciendo el festival que cancelándolo”.

“Nos quedamos sin público extranjero, se pierden patrocinadores, llevamos tres meses sin vender, hay que reducir el aforo y construir un espacio para amortizarlo en un mes en vez de en dos, pero hemos decidido dar un paso al frente”, ha dicho García-Sanjuán, que ha recordado que el festival crea un millar de puestos de trabajo.