Málaga abre expectante su festival de cine más peculiar

El coronavirus no impedirá que el Festival de Málaga celebre su 23 edición, de hecho, ya ha arrancado su gala inaugural. Pero será, sin duda, peculiar. Al cambio de fecha que provocó la pandemia se sumarán las medidas sanitarias que impedirán la alfombra roja y otros elementos como la cartelería que caracterizan a esta muestra andaluza. Con todo, la capital, sin los turistas habituales en esta época del año y muchos negocios cerrados, no se quedará sin un evento que espera, consciente de que los ojos de la industria audiovisual están puestos en ella.

No se verán este año las vallas que suelen separar al público de los artistas ante el Cervantes y los fans tendrán que conformarse con intentar reconocer a sus actores favoritos tras la obligatoria mascarilla. Sí se mantiene el escenario al aire libre del Muelle Uno para las fotos de presentación de las películas. Es más, esta mañana, los actores Candela Peña, Paula Usero, Nathalie Poza y Sergi López, posaron tras la presentación a la Sección Oficial de la película «La boda de Rosa», de Icíar Bollaín, con la que se inaugura esta XXIII Festival de Málaga de Cine en Español. Se trata de una tragicomedia que luce por la originalidad de su trama y con la emoción y el humor como elementos de conexión con el público.

Al muelle se ha sumado otro enclave de lujo, el palacio Gran Hotel Miramar, aunque a éste sólo se podrá acceder por invitación.

El director de la muestra, Juan Antonio Vigar, ha trasladado a Efe que «va a ser un banco de experiencias» y se ha mostrado convencido de que «serán positivas y servirán de referencia para el futuro». «Todo el mundo desea que las cosas salgan bien, porque será fundamental para empezar a caminar», añadió.

El festival está patrocinado por la marca promocional de la Diputación de Málaga de Moda, bajo el lema «Talento Original». Así, el sector textil de la provincia estará representado en el certamen de cine en español a través de la presencia del logo de Málaga de Moda.