Coronavirus
El curso del coronavirus: de los «millennials» a los «pandemials»
Escasas incidencias en la vuelta a clase de los casi 800.000 niños, con mascarilla y distancia tras seis meses, con siete de 2.599 centros cerrados, cinco por Covid. Moreno destaca el «esfuerzo» docente
El curso del coronavirus arrancó puntual, cuando la suspensión de las clases por la pandemia se empieza a ver en el tiempo con la distancia de la luna sobre cielo. Medio año después, un pequeño paso para un niño pero un gran paso para la vuelta a la normalidad. De los «millennials» a los «pandemials». Algo parecido a la antigua rutina fue la tónica general del primer día de clase, junto a los nervios, la preocupación y la esperanza por retomar las vidas que la Covid-19 dejó suspendidas, en todos los casos, y cambiadas para siempre, en la mayoría, allá por marzo. El curso calificado por las autoridades académicas como el más difícil de la historia reciente convocó a 781.020 alumnos en 2.599 centros educativos de Infantil, Primaria y Educación Especial, de los que no abrieron siete, cinco por positivos en Covid-19 y dos por obras inconclusas. Una minoría de alumnos se quedaron también en sus casas, bien por miedo de los padres ante la falta de seguridad total –se repite la postura de esperar a que pase el periodo de adaptación para ver si se suman, pese a que pueden ser denunciados por absentismo–, bien porque mostraban algún síntoma compatible con el coronavirus.
El presidente de la Junta, Juanma Moreno, felicitó expresamente «por su sacrificio, entrega y tesón» a la comunidad educativa, en el acto de inauguración del curso escolar, a través de una videoconferencia con el Colegio José María del Campo de Sevilla. En conversación con su directora, Sonsoles Salazar, el presidente expresó su agradecimiento por «haber puesto lo mejor» en un año complicado. Después Moreno felicitó a los alumnos por lo bien que llevaban la mascarilla puesta.
Los barbijos fueron los grandes protagonistas del día, incluso para los menores de seis años, por más que en muchos casos llegaran al colegio con mascarilla y salieran luciendo sonrisa. El peor trago fue para los menores de tres años, sin abrazos en un entorno desconocido y nuevo y sin la posibilidad siquiera de que los padres los acompañaran a clase. La distancia social y los horarios escalonados propiciaron un primer día de clase sin incidentes. Los casi 800.000 alumnos de Infantil (segundo ciclo), Primaria y Educación Especial y los 60.691 maestros de centros públicos, concertados y privados volvieron a la actividad lectiva presencial tras meses de confinamiento, clases y actividades «on line» y las vacaciones. Según la Consejería de Educación, tres colegios de Málaga retrasaron el inicio de curso por positivos de docentes, los de Los Claveles de Mijas, y los de Sayalonga y en Santa Ana de Alhaurín de la Torre. En la provincia de Granada, otros dos centros aplazaron el inicio de curso por positivos de docentes, en Darro y Pinos del Valle. En Huelva, otros dos centros aplazaron el inicio una semana por obras inacabadas, en Ayamonte y en Huelva capital. En el CEIP Carlos III de Guarromán (Jaén) las familias no llevaron a los alumnos. En Cádiz, en el colegio rural de Bolonia (Tarifa), las familias tampoco, para mostrar su disconformidad con la ubicación de un aula prefabricada. En el colegio Santa Clara de Sevilla, una maestra se negó a ponerse la mascarilla alegando problemas de salud pero sin justificante médico. El CEIP Llanete de Morón de la Frontera abrió con el cierre parcial de siete aulas por positivo de un profesor. En Sevilla capital, en el SAFA de Los Pajaritos sellaron una puerta, pero se pudo solventar y comenzar las clases. En la provincia de Almería, un maestro del CEIP San Bernardo, en El Alquián, fue aislado por prevención.
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