La Fiscalía detecta un aumento de los delitos contra la libertad sexual entre los menores andaluces

La Fiscalía Superior de Andalucía ha advertido de un aumento de los delitos contra la libertad sexual entre los menores andaluces, que “a edades cada vez más tempranas mantienen comportamientos sexuales impropios para su edad” y, según recalca, “en multitud de ocasiones sin conciencia de estar actuando de modo ilícito”.

En la memoria anual de este departamento, consultada por Europa Press, la fiscal superior de Andalucía, Ana Tárrago, expone que la infracción criminal más frecuente el pasado año entre los menores en esta comunidad fue el delito de lesiones, seguido muy de cerca un año más por los delitos contra el patrimonio y el orden socioeconómico y, dentro de ellos, los robos.

No obstante, la Fiscalía advierte del aumento de los delitos cometidos por menores contra la libertad e indemnidad sexual, por los que el año pasado se incoaron 330 expedientes de reforma frente a los 260 incoados el ejercicio anterior. De ellos, 230 expedientes fueron relativos al delito de abuso sexual y 100 expedientes por delito de agresión sexual, destacando el aumento producido en Granada y Jaén.

Todo ello, relata la fiscal, “sin que se lleguen a comprender los motivos por los que los menores, a edades cada vez más tempranas, mantienen comportamientos sexuales impropios, para su edad y en multitud de ocasiones sin conciencia de estar actuando de modo ilícito”.

Se hace eco en este sentido de lo expuesto desde la Fiscalía de Sevilla, que aprecia una falta de formación en materia sexual “desde el punto de vista humano, moral y ético en estos adolescentes”. A su juicio, esto requiere que desde la comunidad educativa y los poderes públicos se fomente la educación sexual de los menores, “evitando que la adquieran a través del visionado de material pornográfico o sin orientación de personas expertas en la materia que les aclaren y solventen las lagunas” que puedan tener.

Los fiscales señalan además que este tipo de comportamientos están muy ligados al consumo de drogas tóxicas y con la cultura del ocio del alcohol y drogas.

Respecto a la violencia doméstica, las cifras reflejan un aumento permanente de esta manifestación delictiva a través de los años. De forma tradicional se circunscribe en el caso de los menores al estricto ámbito familiar y habitualmente son los padres los que denuncian los hechos.

En 2009 se han incoado un total de 1.106 expedientes de reforma por violencia doméstica, frente a los 1.097 expedientes de reforma incoados en 2018.

Fiscalías provinciales como las de Sevilla resaltan la “preocupación por el alza del número de este tipo de delitos e indican que el comportamiento violento de este tipo se agudiza durante la adolescencia y son el resultado de una deficiente y errónea educación de los menores por parte de sus progenitores durante toda la infancia”. Se trata de “menores sin normas de conducta, límites o pautas impuestas por sus padres con criterios educativos contrapuestos, variables, inconscientes inadecuados y a veces inexistentes”, expone la Fiscalía andaluza.

En contraposición, la violencia de género en 2019 ha aparecido como una de las manifestaciones delictivas que más ha decrecido respecto del año 2018 entre los menores, incoándose 146 expedientes de reforma, frente a los 197 expedientes que se incoaron el año anterior.

En este campo, los fiscales observan “un aumento en la violencia o intimidación utilizada sobre todo por los menores en sus relaciones de pareja, así como una influencia negativa de las redes” al tiempo que abogan por mejorar los cauces de la educación en la lucha contra estas conductas.

Respecto de las infracciones contra las personas, destacan en la memoria de la Fiscalía los 12 expedientes de reforma incoados por delitos de homicidio o asesinato el pasado año, frente a los cinco de 2018, lo que supone una subida de más del doble.

Respecto al acoso escolar, del que no existen estadísticas fiables, las distintas fiscalías se muestran muy activas en la lucha contra esta problemática y resaltan la importancia y el peligro que en estas conductas presenta el uso indiscriminado por los menores de los medios telemáticos, telefonía móvil y de Internet, pues muchos comportamientos de este tipo se llevan cabo a través de la redes sociales, lo que va en aumento.