Covid-19
Miguel Ángel Guzmán, gerente del SAS: «A final de año tendremos las primeras dosis de vacunas para los más susceptibles»
El responsable de los hospitales públicos asegura que «en todas las provincias menos en Sevilla hemos alcanzado el pico» de la covid
Todas las miradas se dirigen desde hace meses a la sanidad pública, que en Andalucía dirige el doctor Miguel Ángel Guzmán (Málaga, 1963). En dos años al frente ha tenido que afrontar dos alertas sanitarias: un brote por listeria y una pandemia mundial.
Estamos en un situación complicada sanitariamente y la gripe puede agravarla aún más.
El invierno pasado tuvimos una campaña de la gripe con una incidencia muchísimo mayor que en los últimos años. Batimos el récord histórico de vacunación a la población diana. Esperamos poner más de dos millones de vacunas porque entendemos que la población va a estar más concienciada. Ahora mismo todo el mundo está pensando que al vacunarse de la gripe si se infecta del coronavirus tendrá una posibilidad mayor de pasar el coronavirus de una forma leve o asintomática.
¿Se va a estar preparado asistencialmente para cuando confluyan ambas enfermedades?
En otros países del Hemisferio Sur, como Australia o Chile, está habiendo unos niveles de gripe menores de lo que en muchísimos años se recuerda. La razón es muy sencilla: los hábitos de comportamiento de la población, como el uso de la mascarilla, la distancia social y la higiene de manos están haciendo que también se impida el contagio de la gripe. Realmente no tenemos todavía un conocimiento sólido ni del comportamiento del virus. La investigación sobre la vacuna a nivel mundial es una especie de carrera, pero a día de hoy no tenemos la certeza de que vayamos a conseguir una vacuna, ni en cuánto tiempo, con qué efectividad y si tendrá más o menos efectos secundarios.
El consejero de Salud sí que se atrevió a dar una fecha. ¿Estaba sobre la realidad o es más un deseo?
Él habló de final de año, como también ha hablado el ministro y a nivel europeo se nos dice que a final de año tendremos las primeras dosis de vacunas, no que vamos a poder hacer una vacunacion global a la población. Seguramente no la podremos hacer en la primera parte del año 21, pero sí dispondremos de dosis para ir aplicándolas a las personas más susceptibles. Con la seguridad que nos permita el ritmo de la investigación que se está desarrollando en tiempo récord e histórico.
¿Lo cree posible?
Lo creo posible, pero no creo que tengamos el número de dosis disponibles para poder vacunar a toda la población.
Están preparando el plan para los 4.500 ingresos en hospitales por covid. En septiembre ya estaban ocupadas, según cifras oficiales, 2 de cada 3 camas. ¿Se va alcanzar la cifra máxima de marzo, con más de 2.700 ingresos por coronavirus?
Nosotros estamos trabajando para no alcanzar las mismas cifras que tuvimos en la primera oleada. No tenemos en mente a corto plazo suspender la actividad, lo que sí tenemos en el plan de contingencia es moderarla. Ahora mismo, a corto plazo no esperamos ninguna tensión. A futuro, la bola de cristal no la tenemos pero estamos trabajando para tener capacidad de adaptación de hasta veinte mil camas.
Estos días se están registrando las cifras más altas de la segunda ola.
En todas las provincias menos en Sevilla entendemos que hemos alcanzado el pico de esta segunda ola. Ya sabe que el número de positivos no es un indicador de la gravedad de la situación. En hospitalización y camas de UCI estamos bajando. Si continuara subiendo a este ritmo tanto en hospitalización como en mortalidad, pues sería un fracaso de los medios que estamos poniendo para detectar los casos, para aislar a los contactos y para tratarlos.
Los rastreadores no están funcionando todo lo bien que deberían: hay casos en que cuando le dan el resultado de la PCR a una persona, ya ha pasado la cuarentena aislado. ¿Por qué está ocurriendo?
En este momento el rastreo en Andalucía está siendo un éxito. Más del 80% de los casos los tenemos perfectamente identificados en los círculos donde se ha producido el contagio. Esa situación era propia de hace díez días y ya se ha abordado con los nuevos test de antígenos. Hay en circulación dos millones de test y se han comprado otros dos millones: ahora mismo cualquier caso de sospecha se detecta en quince minutos, por lo tanto ya no hay esperas en PCR.
Hablaba de los hospitales, pero la preocupación está un paso antes, en la Atención Primaria, donde hay colapso en algunas zonas. Se atiende sobre todo telefónicamente, ¿se puede diagnosticar bien así a una persona?
No pretendemos en absoluto diagnosticar a nadie con una llamada telefónica.
Pero se está haciendo.
No, déjeme que le explique porque sobre esto ha habido mucha confusión: la consulta telefónica está recomendada por todos los estándares internacionales en caso de pandemia para determinar si se necesita asistencia presencial; si la persona la necesita, se le cita en 24 horas. Es verdad que en algunos puntos de Andalucía –en Sevilla Aljarafe y Sur, en Cádiz-La Janda, en Málaga-Costa del Sol y Guadalhorce y en el distrito Almería– hemos tenido retrasos de siete y hasta diez días para la primera consulta telefónica. Hemos intentado transmitir a la población que cuando alguien necesitase atención médica inmediata, ni siquiera urgente, que acuda a su centro de salud o a las urgencias del hospital. En esos casos la demora ha sido cero. No ha habido nadie haciendo cola para recibir asistencia sanitaria, lo desmiento categóricamente. Para ver al médico para que le dé un certificado o un pase al especialista, sí, porque eso son cosas demorables como han sido toda la vida. No pretendemos diagnosticar por ahí, sino filtrar el motivo de la consulta.
Uno de los puntos débiles de la gestión ha sido el contagio de sanitarios. Trabajadores denunciaron al principio que se dieron órdenes no escritas en hospitales de que no se usaran mascarillas en los circuitos no covid. A final de septiembre se habían contagiado casi 6.500, ¿se ha puesto en peligro a los profesionales?
En Andalucía, y esto no es ningún consuelo, hemos tenido un nivel de contagio de profesionales bastante menor que en el resto de las comunidades. Hablamos de un 6,5%, no hay que comparar el número porque es la comunidad autónoma más grande y obviamente tenemos más que casi todas las comunidades. Sí es verdad que ha habido un contagio superior en los profesionales, pero los motivos no han sido ni la falta de medidas de seguridad ni la falta de protocolos. Los sanitarios nos contagiamos como las demás personas cuando hacemos vida normal.
En los PCR sí que Andalucía tiene la tasa más baja de toda España.
Los PCR se han hecho estrictamente siguiendo los protocolos que el Ministerio ha tenido en cada momento. Andalucía ha sido una de las comunidades que ha tenido menos incidencia del virus, y los PCR se han hecho en las personas que tienen síntomas. Si la incidencia era menor, obviamente se han hecho menos. Si ahora le queremos dar la vuelta, test de antígenos se han hecho muchos más que en otros sitios. No se pueden hacer pruebas sin una indicación clínica, pues hay falsos positivos y falsos negativos. Los PCR cuando se hacen a personas con síntomas tienen un 25% de falsos negativos.
¿Por qué se da eso?
Porque la prueba tiene esa sensibilidad. La mejor marca de PCR tiene un 25% de falso negativo, que es más peligroso que el falso positivo. Yo no sé si esto a la población le alarmará.
Estamos hablando de la pandemia, pero la sanidad antes ya estaba en un momento complicado, con muchas protestas de las Mareas Blancas...
Las protestas más fuertes fueron sobre todo en el año 18. El año pasado se bajaron las listas de espera con un plan de choque, se comenzó a dar más estabilidad a los profesionales eliminando la precariedad que había de contratos por días o semanas. Esas prácticas se acabaron con el nuevo Gobierno. Ahora mismo estamos en el récord de empleo, por encima de los 115.000. Hemos agotado todas las bolsas de empleo.
Es la mayor empresa de Andalucía.
Es la mayor de España en número de empleados. Cuando se ha protestado porque no se ponen médicos en los centros de salud o en las urgencias la respuesta es que hemos agotado las bolsas. No hay más médicos, no hay más enfermeros, si no estarían contratados, se lo puedo asegurar.
¿Las listas de espera en qué situación se encuentran?
El año pasado se redujeron. Desde que yo me hice cargo del Servicio Andaluz de Salud, en noviembre de 2018, pensamos hacer una gestión integral y continua. Nos encontramos con una situación descontrolada, había muchos casos ocultos y tuvimos que actuar de esa manera. Hemos preparado un plan estratégico que no hemos podido llevar a cabo por la pandemia, en el cual la forma de abordar las listas de espera partía de la Atención Primaria.
¿Cómo lo notará el paciente?
Va a tardar menos porque cuando llegue al hospital el especialista ya tendrá todos los elementos para decidir.
¿Tiene el dato de cómo han crecido en la pandemia?
Cuando empezó el estado de alarma teníamos 41.607 pacientes pendientes de intervención. Suspendimos durante la primera parte la actividad programada, no la urgente ni la oncológica. Antes del covid, en los dos primeros meses, habíamos hecho tres mil intervenciones más que el año pasado y en septiembre hemos operado cuatro mil menos.
Más todas las que se arrastran del estado de alarma.
Más las que se arrastran, que estamos regularizando haciendo actividad extraordinaria. La cifra de cuánta gente hay en lista de espera la diremos a final de año porque estamos ajustando la actividad de ahora con las indicaciones quirúrgicas. A muchas personas se les ha llamado y no han querido venir a operarse. No les vamos a quitar el derecho a estar en lista de espera porque entendemos que tienen cierto temor a acudir a los hospitales por miedo al contagio.
¿Nos vamos a tener que acostumbrar a las mascarillas?
El tema de las mascarillas creo que quedará mucho tiempo porque la población habrá aprendido un poquito. Sobre todo en época de gripe se recomendará que se utilicen.
¿Cuánto durará la pandemia?
Vamos a poner que después del primer trimestre del año que viene puedan llegar dosis de vacuna para todo el mundo, y no solo para población más sensible, pues lo lógico es que a lo largo del año 21 podamos volver a una situación lo más parecida a la que vivíamos antes.
¿Estamos por vivir lo peor?
Según lo que viene de otros países no debería ser peor en cuanto a la suma de coronavirus y gripe, pero esto no se puede afirmar de ninguna manera porque también se decía que en verano el virus se iba a atenuar. No se puede predecir.
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